¿Quién dijo que era buena?

Por Fabián D´Amico

Nostálgico homenaje en forma de unipersonal a actrices, cantantes y bataclanas de épocas pasadas. Excelente labor de Victoria Carreras.

Victoria Carreras, si bien tiene un nombre propio y un lugar ganado por su talento, dentro del mundo del espectáculo, proviene de una familia de gran renombre. Desde sus abuelos paternos, hasta sus padres, tíos, hermanos, han formado y forman parte del quehacer artístico nacional, siendo una de las familias patricias en cuanto a la actividad teatral marplatense. Si bien por su juventud, Victoria no ha sido parte de la época de oro del cine nacional, en donde su padre comenzaba a desarrollar su tarea como director cinematográfico, miles de anécdotas y de personas pertenecientes a esas gloriosas décadas, han de haber hecho mella en su vida. Eso se transluce en ¿Quién dijo que era buena?, el unipersonal escrito e interpretado por la actriz, en “La Bodega” del Auditórium.

Una artista, a la hora de investigar sobre un tema o un personaje, puede recurrir a cientos de fuentes, con el fin de crear un producto artístico. Pero en el caso de este unipersonal, el espectador huele, siente, percibe, que además de horas de investigación, hay mucho de vivencias (propias o ajenas) volcadas en lo que se cuenta. Hay más sensaciones, sentimientos, amor y mucho de homenaje a personas, criaturas, estrellas, y personajes conocidos, en la historia que se presenta sobre el escenario.

Todo comienza con un hecho policial, cuando una bailarina exótica de un cabaret de escasa reputación se ve envuelta en un crimen, del cual sale airosa y con unos cuantos billetes en sus bolsillos. Decidida a dejar esa vida, pasa sus días en las puertas de las emisoras radiales de mayor audiencia a la espera de que un "mesías" la descubra. El éxito no tarda en llamar a su puerta, primero en la radio, luego en el cine, más tarde en el teatro destacándose como cancionista. Éxitos nacionales y giras por el exterior son el reflejo de una brillante vida artística, que oculta un vacío como mujer, no pudiendo ser nunca la esposa, sino la “otra” de un señor, quien no tardará en dejarla en la ruina. Pero como el ave fénix, la heroína renacerá de sus cenizas y luchará por ocupar nuevamente un lugar dentro del mundo del espectáculo local.

El melodrama arriba relatado, no es una película de Enrique Carreras, de la década del '60, pero bien podría serlo. Es el material con el que trabajo Victoria Carreras para elaborar un unipersonal, con mucho de homenaje a épocas, modas, costumbres, canciones, plagado de nostalgia, pero con mucho humor.

El armado de la obra es preciso, siguiendo una clara lineal argumental y temporal; con escenas verdaderamente memorables, como la comparación de la futura vida de casada que Amparo Lucero (tal es el nombre de la diva) nunca tendrá, con el funcionamiento de una olla Marmicoc, manual de instrucciones incluido. Lo que ocurre en ¿Quién dijo que era buena?, es que el trabajo de Carreras como actriz, opaca cualquier logro que ésta tenga como autora. Su labor es apabullante. Desde el comienzo de la pieza como bailarina exótica, hasta la vejez solitaria de la diva, el cambio sutíl pero gradual de su físico, de su manera de caminar, de decir, de cantar, denota un profundo y minucioso trabajo de Carreras como actriz, contenida por una correcta dirección de Alejandra Marino. Si bien en el programa de mano uno puede interiorizarse de la carrera y los premios logrados por la actriz, ésta sorprende en cada una de sus presentaciones, y en ésta ocasión, muestra una faceta poca conocida; la de cantante. Su voz dulce y entonada, va cerrando cada una de las etapas de la vida de Amparo Lucero, con un tema musical acorde a la época. Con arreglos musicales de Diego Ramírez y Daniel Vilá, y preparación vocal de Moira Santa Ana, Victoria Carreras demuestra que su preparación e instrumentos que día a día le incorpora a la actriz (y a la artista) son cada vez más sólidos.

Con un excelente aprovechamiento del espacio físico, escasos elementos escenográficos, y correcto diseño de luces, la vedette del espectáculo en cuanto a lo visual, es el vestuario. Una selección de modelos que lucieron Tita Merello y Mercedes Carreras en cine y teatro, en su mayoría diseñados por Horace Lannes, son utilizados para vestir al personaje, de manera brillante. Merito de la puesta en escena, es el hecho que los cambios de vestuario se realizan frente al público, tomando a estos, como una danza coreográfica, y sirviendo para mostrar los estadios emocionales por los cuales pasa el personaje.

“¿Quién dijo que era buena?, actriz, cantante y bataclana”; es parte de las gratas sorpresas que uno descubre dentro de la cartelera off del teatro marplatense. Un unipersonal destinado a emocionar y divertir al público, a la vez de homenajear, sin nombres pero con muchos guiños, a actrices, cantantes y bataclanas que brillaron en nuestro cine y teatro. Oportunidad, además, para disfrutar del gran trabajo de una excelente actriz como lo es Victoria Carreras.