Chucho Valdes: grande por donde se lo mire

Por Paola Rompato

Acompañado por tres excelentes músicos, se presentó en el teatro Ópera de Buenos Aires Chucho Valdés.

Acompañado por tres excelentes músicos, se presentó en el teatro Ópera de Buenos Aires Chucho Valdes, el talentoso pianista cubano múltiplemente premiado dentro y fuera de su país por su labor artística y docente.

Con Giraldo Piloto en batería, Lázaro Rivero Alarcón en contrabajo y Yaroldy Abreu Robles en percusión, Chucho conformó un impecable cuarteto de jazz latino que -como era de esperar- se lució de manera acabada durante una hora y media de show.

A través de nueve temas y dos “bises” (sí, sí… el público no lo dejaba retirarse del escenario) el músico desplegó sus más variadas dotes virtuosísticas y expresivas, utilizando una perfecta técnica de independencia absoluta con ostinatos rápidos y vertiginosos en mano derecha y parsimoniosas y ligadas melodías en mano izquierda.

Temas nuevos y no tanto formaron parte del repertorio, pudiéndose oír, entre otros, Los Güiros –perteneciente a New Conceptions, el último disco de Chucho-, el conocido Cumbanchero –de Rafael Hernández- y Con poco coco -tema de Bebo, padre de Chucho que, según palabras del hijo “tal tema es la primer descarga que se grabó, hacia los años ‘50, y que hoy la haremos al estilo de Chucho”-.

En medio del consabido excelente ejecutar del pianista se destacó el desempeño de los otros tres músicos acompañantes. Muy jóvenes ellos, demostraron estar a la altura del talentoso y experimentado Valdes, desplegando sus extremas capacidades musicales con una increíble naturalidad.

Promediando el espectáculo hizo su aparición Mayra Caridad Valdes –la hermana de Chucho- que centró su actuación en hacer participar al público a través de palmas en clave cubana y repetición de coros cantados, además de interpretar los conocidos Bésame Mucho y Drume Negrita, logrando de manera graciosa poner a todo el teatro de pie.

Luego de esta breve participación, Chucho se quedó solo al piano e hizo un sentido homenaje a Violeta Parra con Gracias a la Vida que, siguiendo en la línea emotiva, “enganchó” con El día que me quieras.

Hacia el final y como cierre del tema Los Güiros, percusionista y contrabajista ejecutaron sendos shekeres –instrumentos de calabaza recubierta con una red de perlas, semillas o caracoles, que suenan al ser agitados-, dando una muestra más de su notable talento.

Luego del cierre la vuelta al escenario fue por partida doble, pues el incesante ovacionar del público no dejaba que los músicos se retiraran. Finalmente, con un segundo “bis” –un tema homenaje a Ellington que formará parte del próximo disco- Chucho Valdés culminó su show de sábado en Buenos Aires, despidiéndose así de un exaltado público porteño que aplaudía de pie a este grande del jazz latino.