Compañía de Teatro

Por Carlos Fernández

El espíritu de Fosse llegó por Bs. As.

El resplandor de la sensualidad, el hechizo de la danza, y un puñado de cerezos nos despiertan, nos envuelven y nos invitan a saborear la magia del musical en el Teatro Alvear de la Calle Corrientes.
Dos soñadores unidos: Chet Walter, creador de Fosse y director del área de Teatro Musical de Jacobs Pillow Dance Festival; y Ricky Pashkus, director de “Candombe Nacional”, “Bocca – Rock”, “La Cassano en el Maipú”, entro otros espectáculos y del Estudio Julio Bocca.
Un primer desafío: presentar la “Compañía Internacional de Teatro Musical”; resultado: desplegaron una amplia gama de expresiones, recorriendo e investigando los códigos de este lenguaje.
Nada era fácil, la crisis económica, las distancias, los tiempos, sin embargo nada los detuvo. Y en un momento donde, las grandes producciones “importadas” están ausentes y los proyectos nacionales se encuentran en un feroz debate de identidad, ellos vieron la oportunidad de comenzar una nueva búsqueda creativa.
Nos hicieron viajar por el tiempo y variadas músicas, remontar a antiguos movimientos corporales y figuras excéntricas, pasando por la fusión del 2 x 4 y hasta emocionarnos con un cabaret decadente.
Fue el espíritu (de Fosse quizás?), representado con estilo por Luis Lopez Morera), el que nos condujo a través de los distintos géneros musicales. Con la participación de dos renombrados artistas: Valeria Lynch y Juan Leyrado, como así también de tres conmovedores y deslumbrantes jóvenes: Elena Roger, Diego Bross y la pianista Gaby Bernasconi. El diseño del vestuario estuvo a cargo del excéntrico Roberto Piazza. La edición de sonido y orquestaciones especiales las realizó Gerardo Gardelín.
Todos y cada uno de ellos, sensiblemente ligados por un mismo nombre, crean una compañía que a pesar de las circunstancias logran alcanzar ese sueño: hacer musicales.
Si bien y cómo era lógico en una propuesta creada por dos coreógrafos, predominó la danza, se explotó al máximo el talento “íntegro” (canto – baile – actuación) de Roger, Bross y Valeria Lynch, quien sea acaso la única “figura” que aún con una gran carrera sobre sus espaldas, decide sentir el vértigo de una nueva búsqueda.
Un destacado: el lucimiento dócil, alegre y rítmico de Emanuel Abruzzo en “Flores de piedra” y junto a Chet Walter en “Lo mejor está por llegar”.
A pesar del éxito obtenido y del balance positivo de esta quijotada, auguramos que “lo mejor esté por llegar”.