Crazy kabaret. (Mar del Plata)

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Por Fabián D´Amico

Gran producción del Teatro Maipo para un music hall marplatense. Buena performance de Mirake tres.

La coproducción teatral entre Mar del Plata y recursos provenientes de Capital Federal o alguna otra provincia siempre quedó restringida al ámbito provincial (Teatro Auditórium) o Municipal (Teatro Colón). En ocasiones algún actor o actriz marplatense formó parte de una obra comercial, pero era una quimera pensar que un elenco netamente marplatense fuera apadrinado por un productor reconocido a nivel nacional y ocupara una sala comercial. Lino Patalano rompe, una vez más, con esos sueños imposibles y ofrece una atractiva producción proveniente del Teatro Maipo para “Crazy Kabaret”, un music hall donde participa la Nouvelle Danse y Mirake tres. La propuesta es la unión de cuadros musicales con humor y cantantes con un resultado desparejo, donde el humor y la producción es lo más destacable.

En una temporada donde los libros de los espectáculos revisteriles son elementales y en algunos casos burdos y discriminatorios, encontrarse con el humor naif, simple y directo de Mirake tres y sus excelentes integrantes ( Beto Mena y Pipi Grieco) es placentero. Si bien el cuadro de los mexicanos es reiterativo aunque necesario para cambiar el ritmo del show, el número de los lobos marinos y su reflexión sobre los turistas que visitan la ciudad es más que efectivo. El multifacético dúo tiene una comunicación fluida con el público y se destaca la interpretación de Pipi Grieco de un tango difícil de interpretar como lo es “El amor desolado”.

Enmarcado dentro de una importante producción en cuanto al vestuario (proveniente del Maipo y en particular de la última revista de Gasalla en ese teatro) el show tiene un ritmo sostenido y la puesta en escena de Ana María Zaninetti es correcta en cuanto a la utilización de un escenario de reducidas dimensiones para ese tipo de show.

El grave problema de Crazy Kabaret es la elección del repertorio musical para los cuadros musicales. Dificultad reflejada tanto en este espectáculo como en otros de igual factura y producción local. Hay un fanatismo exacerbado de los coreógrafos marplatenses por Bob Fosse y en especial por “Fosse”, el multipremiado musical que homenajea la figura del creador de muchos musicales de éxito internacional. Parecen desconocer Zaninetti y sus colegas que existe mucho material para explotar en el music hall más allá de Fosse y que las coreografías de éste son solo para bailarines profesionales.

Si el diseño coreográfico de Zaninetti fuera una propuesta diferente donde se versionara de manera innovadora temas como el Steam heat (The Pajama Game) o el Hot Honey Rag (Chicago), esta crítica sería diferente. Los musicales de Crazy Cabaret, salvo el audaz cuadro de “Fever”, son una simple copia y adaptación al espacio del Melany de las coreografías creadas por Fosse, recreadas por Ann Reinking y ejecutadas por bailarines de primer nivel (Julio Bocca protagonizó el musical en Broadway). Al trasladar esa exigencia a la Nouvelle Danse, se potencia la falta de técnica de un entusiasta grupo de jóvenes bailarines, tornado desprolijo y deslucido el resultado final del show.

Una propuesta nueva y arriesgada desde la producción que hará pasar un buen momento a quienes busquen humor simple pero eficaz, buen despliegue visual y desconozcan el mundo del Bob Fosse.