El Off no se sueña, se vive!

Por Fabián D´Amico

Rock, horror y show.

La historia de la comedia musical sufrió un quiebre importante en la década del ‘70, al incorporar el rock como música principal de varios productos, tal el caso de “Tommy” , “Hair” o “Rocky Horror Show”. Esta última, además con una cuota de humor y ciencia ficción, ajenas hasta ese momento, al género; aportándole así una gran particularidad. Escrita por un actor de teatro alternativo, Richard O´Brian, en el año ‘73, fue llevada al cine en el año ‘75, pasando inadvertida en esa época, sin sospechar que se convertiría, con el tiempo, en un objeto de culto y que la versión teatral sería repuesta en todos los lugares del mundo, hasta la actualidad, con los festejos previstos para los 30 años de su estreno.

Argentina, no fue ajena a la “Rockymania”, pudiendo verse, dentro del teatro comercial, dos versiones. La primera, en el desaparecido teatro Pigalle, con un elenco que hoy, parece impensable: Valeria Lynch, Linda Peretz, Ana Maria Cores y Rolo Puente como el relator. La segunda, en el año ‘94, en el teatro del Globo, con Jean Pierre Noher y Natalia Lobo, como protagonistas y un recordado relator en la piel de Juan Manuel Tenuta.

El teatro under tampoco pudo resistirse a sus encantos, con resultados muy dispares. Una compañía rescató esta obra en el año 2000 estrenándola en el Teatro de la Fábula, para luego trasladarse en el 2002 al Teatro El Vitral.
Nuevamente, las aventuras del “dulce conde transexual”de Transalvania, puede disfrutarse en las madrugadas de los viernes en el Teatro El Vitral, con parte del elenco original que la estrenase en el teatro de La Fábula, nueva producción y figuras “mediáticas”.

Una romántica pareja sufre un percance con su automóvil en una inhóspita ruta, acudiendo a un extraño castillo en busca de ayuda. Raras criaturas, personajes salidos de comics, hombres con exuberantes maquillajes y zapatos de taco aguja, y científicos en busca de seres extraterrestres, reciben a la pareja en el lugar, cambiando a partir de ese momento, sus vidas para siempre.
Con ese argumento; música en donde se mezclan rocks y baladas románticas de los años ‘50 y ‘60; estridente vestuario y exótico maquillaje, Rocky Horror Show permanece vigente ante el paso del tiempo y su historia, que en algún momento, despertó escozores a los más recatados espectadores, se disfruta hoy desde una óptica naif, pero sin dejar de lado su costado bizarro.

Basándose en los elementos del original y con un ritmo sostenido que se mantiene a lo largo de toda la representación, Nora Moreno y Pablo Sánchez plasman una puesta atractiva, con una producción en la que prima el esfuerzo y el sudor, antes que el apoyo monetario.

Una funcional escenografía recrea los ámbitos adecuados para que el elenco desarrolle movidas y originales coreografías, ataviados con un colorido vestuario que mezcla el estilo de las inocentes películas de Doris Day, y la extravagancia y el erotismo de viejos cabarets.

Pablo Sánchez, como Frank Fruter, vuelve a demostrar que éste es un papel hecho a su medida, con un dominio del personaje y del escenario, más que encomiable. Junto a él, es destacar la excelente voz y composición precisa de Patricio Witis, y la gracia de las dos actrices que cubren el rol de Janet (sobresale vocalmente Dolores Caruso). Repiten sus buenas performances Ernesto Fontes (Narrador) Mariano Fabricante (Riff Raff) Omar Rodríguez (Eddie/Dr.Scott). El resto del elenco tiene un rendimiento parejo y Andrés Gioeni como Rocky demuestra que no solamente es un “buen físico” sino que realiza un interesante trabajo de composición.

Es destacable que todos los integrantes canten en vivo, pese a algunas deficiencias del sonido, que no empañan el resultado final del espectáculo.
Rocky Horror y Show (tal como se denomina el espectáculo) es un show divertido y seductor, visualmente atractivo, bien interpretado, y con justo acompañamiento del público que viernes a viernes colma la capacidad de la sala, respaldando el esfuerzo emprendido por el grupo de jóvenes talentos.
Fanáticos de Rocky, a disfrutar de este regreso, muevan las rodillas, vuelvan el tiempo al revés, y sobre todo...”no lo sueñen, vívanlo...”