El tango es cosa de hombres

Por Fabián D´Amico

Sebastián Tango: creativo espectáculo de tango danza que relata la historia de amor y muerte de una pasión prohibida.

Se destacan el cuerpo de baile y la dirección de Rubén Cuello.

Este show, que se representa en el Centro Cultural Borges, tiene una serie de convenciones que lo hacen particular. Si uno no lee el programa de mano al entrar en la sala, una vez comenzada la función poco importa saber de que se trata la historia creada por Rodrigo Cervantes Ramírez. En “Sebastián tango” la trascendencia de los acontecimientos que se quieren análogamente relatar (la vida del mártir San Sebastián) tiene poca relevancia. Lo que cuenta es lo que se ve, se oye, y como esto llega a la platea.
El eje argumental es la historia de pasión entres dos hombres y los sentimientos encontrados que esta relación provoca en el oscuro entorno que los rodea y los absorbe. Los celos, las intrigas, la venganza y la muerte son los cuatro tópicos entre los cuales se desarrolla el drama; muy vinculados con la música y danza que predomina en la obra: el tango
Quizás una de las convenciones más importantes de esta pieza es como está encarada la coreografía, eje principal del relato. Lejos de la tradicional danza porteña, y más aún, del exótico baile for export; el tango danza en “Sebastián, tango” esta utilizado como un lenguaje teatral. Poco importa si lo que suena es un tango o música sacra. La relación entre el compás de tango y el movimiento de los bailarines no es lo fundamental en el relato. Los cuerpos se entrecruzan, se desplazan, se mueven, se tocan con la pasión que solo tango-danza puede brindar. Solos, dúos, coreografías grupales son las encargadas de relatar la historia de Sebastián y su amor prohibido; en donde las parejas que bailan pocas veces están conformadas por hombre y mujer. Esta ambigüedad, sumada a un relato con mucho de místico y sacro, hace aún más creativo e innovador el show.
Con canciones que intentan hilvanar el relato y que no suman nada al mismo, “Sebastián tango” cuenta con un homogéneo elenco de bailarines, que demuestran que no solo son capaces de transmitir con sus cuerpos el erotismo, la pasión, el martirio y el éxtasis que desde la grafica del show se ofrece;sino que pueden crear un personaje de manera convincente. Mérito éste, de la ajusta y precisa dirección de Rubén Cuello, responsable también de las coreografías junto a Daniela Arcuri.
La música original de Martín Bianchedi y la iluminación de Roberto Traferri son elementos de calidad dentro del espectáculo que le brindan a Rubén Cuello y a su ballet, la posibilidad de demostrar su talento y jerarquía puestos al servicio de la historia.