Epístolas de dos eternos adolescentes

Por Sebastián Pozzi

Mi querido mentiroso con Norma Aleandro y Sergio Renán.

Una bella actriz inglesa, Stella Campbell; un dramaturgo irlandés, George Bernard Shaw; y una desbordante correspondencia que se dice duró 40 años: son los tres ingredientes perfectamente combinados que hacen de Mi Querido Mentiroso una pieza magistral, creada por el actor, escritor y director norteamericano Jerome Kilty.

Esta historia de amores artísticos ya fue interpretada en nuestro país por dúos tales como Inda Ledesma-Ernesto Blanco, y China Zorrilla-Villanueva Cosse. Hoy, Norma Aleandro y Sergio Renán, en el Teatro Maipo, comparten la dirección y la interpretación de esta singular y sobria versión.

Aún encendidas las luces de la sala y a telón cerrado, los actores presentan “como Sergio y Norma” a los protagonistas que encarnarán. Se descubre entonces una modesta pero efectiva escenografía, a cargo de Tito Egurza, en donde podrán jugar un fino escritorio, un futón cómplice y un vestuario infinito sombreados por el deseo, el dolor y las palabras. Será en una primavera de 1899, cuando Shaw escriba la primera carta a Campbell invitándola a pasar un tiempo en su estancia; ella (que todavía no había enviudado del comerciante) la elude con elegante sutileza. De ahí en más, se inicia una correspondencia en donde conviven el ingenio verbal, la profunda crítica, la exquisita literatura y la ironía cáustica; muy alejados de la parafernalia actual y las confesiones banales que nos bombardean los medios de comunicación; totalmente por el contrario, acentúan la sencillez de un amor simple y de una admiración recíproca. Tanto el tozudo y vegetariano irlandés como la hermosa y caprichosa actriz hacen de su humor ácido y sus reproches atrevidos, una intensa batalla de seducción. Para muestra un botón, es cuando Shaw detalla el anécdota de la cremación del cuerpo de su progenitora. Se entreteje a través de los años, la más bella relación de secretos y de encantos compartidos. Allá por 1914, comienzan los primeros ensayos de “Pigamalion”, obra escrito por este socialista dramaturgo. El querido mentiroso había elegido a su musa inspiradora (ambos cariñosos apodos que se adjudicaron uno al otro) para que diera vida a la adolescente y rústica Eliza Doolittle. Más tarde, llegarán las guerras y por ellas, la reina del teatro británico, verá su ecléctica carrera en una cuesta abajo arrastrada por su fracaso en Hollywood y su arruinada economía. En 1939, Shaw enviará su última carta a su deliciosa Eliza, carta de la cual jamás obtendrá respuesta alguna, o al menos escrita: Stella Campbell murió a los 75 años de edad en Francia poco después de haberla recibido, sumergida en el desamparo y la pobreza. Pero aún se cree que aquellas almas siguen bailando en una etérea y conmovedora melodía de Noel Coward.

Mi Querido Mentiroso tiene en su universo teatral a dos protagonistas estelares como lo son Norma Aleandro y Sergio Renán, quien vuelve como actor luego de 13 años. Ambos le otorgan al espacio escénico una energía y vitalidad que el texto de la trama no alcanza a brindar. Dinamismo y fluidez eficaz desde nuestra jerga que brillantemente han ofrecido dos especialistas: Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Aleandro está memorablemente exquisita. Sus gestos, sus miradas, su pelo, su sencillo vestuario realzan el buen gusto, el talento y el oficio de cada movimiento y de cada frase. Renán, verosímil, tierno y espiritual, nos enseña que a pesar de todo, la lucha y la esperanza aún pueden darnos grandes satisfacciones con la magia del teatro.