Extinguidas

in Listado general
Por Fabián D´Amico

Mas eternas que extinguidas, las bombas sexies de los `80 muestran, de la astuta mano de José María Muscari, su lado humano de manera divertida con muchos toques de emotividad.

¿Se puede disfrutar de una obra de teatro que no tenga principio ni final y cuyo desarrollo carezca de interés o fuerza dramática? Extinguidas es el caso que prueba que es posible gracias a la inventiva y el talento de José María Muscari. Como en el caso de Póstumos- obra anterior de Muscari con similares tópicos- poco se sabe donde transcurre la acción ni el porqué de esas mujeres en el lugar. Un sitio, a decir de propia boca de las protagonistas, es un spa al cual fueron invitadas en forma anónima aunque del techo penden grandes globos de espejos como si fuera una disco. Un grupo de famosas mujeres pertenecientes a lo más glamoroso y frívolo de la farandula nacional en los años 80 van llegando al lugar y trayendo consigo un bagaje de recuerdos, nostalgia de un glorioso pasado, fuerte dosis de ironía y un cierto resentimiento mutuo entre ellas.

Saludos forzados, falsas sonrisas, reconocimientos que no son tales y mucha tensión es la que se vive con el ingreso de cada vedette-actriz al lugar. Diálogos desopilantes, frases hirientes y alto grado de maldad destilan de las bocas de estas señoras vestidas de gala y con muchas transparencias que dejan ver cuerpos otrora infartantes y ahora conservados en base a cirugías, tratamientos estéticos y siloconas varias. Detrás de esa lucha incansable por no extinguirse, Muscari saca a la luz el lado oculto de cada bomba sexual.
Así, frente a un micrófono, como si fuera una descarnada diatriba al público que no deja de recordarlas, exponen cada una un drama personal.

Adicciones, canceres, maternidades fracasadas y otras que obligaron al retiro en el pináculo de la carrera, logros internacionales y olvido nacional, son los elementos más carnales y emotivos frente a los pasos de baile-ahí se aprecia los cuerpos que aun guardan en su memoria las esquemáticas coreografías revisteriles- y el brindis con champagne.

Del número elenco se destaca la frescura en cuanto al contacto con el público y a la manera de decir sus parlamentos de quienes han tenido que ser “segundas” de recordados capos cómicos como Olmedo,Porcel y Calabro, como lo son Beatriz Salomón, Noemí Alan, Silvia Peyrou y Patricia Dal, el desparpajo de la primera botinera nacional Pata Villanueva, de las vedettes que han sido bailarinas como Naanin Timoyko y en menor medida Sandra Smith, el no paso del tiempo para el físico de Adriana Aguirre quien se atreve a un jugado topless sin dejar de lado un solo segundo su mordaz verba y toda la sensualidad y refinamiento en la eterna Mimi Pons que no se desplaza sobre el escenario sino que lo sobrevuela con un halo de misterio propio de la época de oro de la revista porteña.

Un cocktail divertido y burbujeante, como el champagne que corre por la venas de las vedettes, es el propuesto por Muscari en Extinguidas, en donde las exclamaciones de la platea al ver nuevamente sobre un escenario a estas imponentes mujeres, las risas nerviosas que provocan los ponzoñosos halagos que entre todas se dispensan y la emoción que irradian sus difíciles confesiones de vida hacen olvidar cualquier debilidad argumental o interpretativa. Son simplemente ellas, únicas, irrepetibles y nunca extinguidas.