La comedia le sienta bien

Por Fabián D´Amico

Primera Dama se busca, es una comedia a la medida de Artaza, donde el gran protagonista es Carlos Perciavalle.

Luego de más de 17 temporadas encabezando espectáculos de music hall y revista, Nito Artaza decidió para despedirse de los escenarios, mientras dure su mandato como senador, una comedia en lugar de una revista. Y fuera de todo presagio, gana en el cambio.

Con producciones revisteriles espectaculares a nivel visual pero donde su papel como capo cómico venia desdibujándose año tras año con chistes de antaño e imitaciones reiterativas, “Primera dama se busca” es una nueva perspectiva en la vida laboral de Artaza y una buena oportunidad para demostrar la experiencia adquirida por este sobre los escenarios luego de tanto tiempo. Esto se plasma en una comedia de enredos escrita por Daniel Dátola a pedido y a medida de Nito, como un traje que le queda perfecto y en donde la línea que separa la vida real del futuro candidato a senador y la ficción que se desarrolla en escena varias veces se rompe y se mezclan realidad y ficción.

Con todos los lugares comunes y clichés propios de las comedias de enredos aunque más cercana a la picaresca, género netamente porteño, “Primera Dama se busca” plantea los conflictos que se le genera a un político con su mujer al encontrarlo con una amante, a poco tiempo de las elecciones presidenciales. El abandono de su mujer, la presión de la prensa por una primicia y la ayuda de un incondicional amigo en la búsqueda de una nueva “primera dama” son los disparadores de la obra y de situaciones muy cercanas a la vida personal de Artaza que la pieza explota para deleite del público que aplaude dichas coincidencias. Un casting para la elección de la nueva esposa ocasiona escenas desopilantes, con una vieja amiga del político que viene en su ayuda, una periodista disputada entre los protagonistas de obra, un camarógrafo un tanto particular y el candidato que lucha con el protagonista en las elecciones completa la jungla particular de esta pieza.

Llena de cruces entre personajes, cambio de roles, puertas que se cierran y se abren a ritmo vertiginoso y hasta transformismo, son los elementos que Carlos Evaristo como conocedor del género maneja de manera efectiva, funcionando la obra como un aceitado mecanismo de relojería donde cada pieza encaja a la precisión gracias a la afiatada puesta en escena.

Pero el éxito de la comedia radica en la química que existe en escena entre Artaza y Perciavalle. Ambos conocedores del oficio de la revista porteña, rompen continuamente la cuarta pared y dialogan con el público o Artaza cuenta sus archiconocidos chistes con la misma naturalidad que regresan al mecanismo de la comedia. Cualidad nada fácil de lograr y que se consigue con el aprendizaje que da transitar durante tanto años el difícil y menospreciado genero revisteril.

Si bien es divertida la criatura creada por Artaza y maneja muy bien los tiempos de la comedia, es Carlos Perciavalle el protagonista absoluto de “Primera dama se busca”. Con un dominio del público y del escenario como solo los grandes pueden hacerlo, Perciavalle camina la comedia con una gracia única, saliendo solo del escenario para volver a entrar transformado en otro personaje que develaría el misterio de la obra.

En roles menores, se destacan Gladis Florimonte y Fabián Gianolla con criaturas más que conocidas y festejadas por el público; y Mario Sapag en un pequeño papel que el cómico sabe aprovechar y disfrutar al máximo. Como es grata la sorpresa de ver el avance como actriz de Adabel Guerrero en un sexy papel donde se la ve segura de lo que dice y como lo dice, es una pena ver como María Eugenia Rito desperdicia un personaje protagónico, con una actuación llena de mohines y diálogos difíciles de entender por la mala dicción de la actriz.

Con una espectacular escenografía giratoria como hace tiempo que no se ve en este tipo de producciones y que da una marco lujoso al desarrollo de la pieza, “Primera dama se busca” es un típico producto de la picaresca porteña, con el propósito cumplido de hacer reír, mostrar lindas mujeres y, en este caso, ver una dupla protagónica masculina muy efectiva para la comedia.