La discreta enamorada
Por Fabián D´AmicoDinámica y efectiva versión de un clásico del teatro español, con un elenco y dirección de primer nivel.
En épocas de vacas flacas se deben eliminar o restringir los consumos suntuosos y el entretenimiento es uno de los primeros rubros en ser dejados de lado. El cine y en especial el teatro, con sus elevados precios, siempre se ven perjudicados en épocas de crisis en donde el público elimina o elige de manera muy precisa cuales son las pocas salidas que pueden permitirse.
Entonces entra en juego el estudio de la cartelera teatral y muchos optan por una sola salida a un espectáculo de primer nivel de producción aunque el costo de la entrada sea prohibitivo. Esa única opción deja de lado muchas propuestas valiosas. En cambio, quienes son habitués al teatro saben que hay cientos de opciones con entradas accesibles, en teatros confortables y con elencos de artistas de primer nivel. Uno de esos sitios que sobreviven a crisis, cambios políticos y figuras mediáticas es el Centro Cultural de la Cooperación.
Ubicado en plena Av Corrientes y a metros de las grandes marquesinas de leds, de estrellas de la televisión que apuestan a producciones teatrales comerciales y de los grandes musicales, el Centro tiene una oferta que tiempo atrás se concentraba solo en el San Martin o en el Nacional Cervantes y que ahora está mucho más dispersa en varios lugares.
Una de las propuestas valiosas de esta temporada es una versión de La discreta enamorada de Lope de Vega. Un título que dispara muchos interrogantes siendo el primordial si una obra estrenada en 1608 ser atractiva tanto tiempo después y más si la misma es en verso. La respuesta es inmediata y rotunda. Son escasos noventa minutos de plena diversión, de una comedia de enredos que es el genoma de cientos más, de un elenco homogéneo y una dirección brillante.
Un joven galán es perseguido por una amante celosa y el pretendiente de esta. Sin saberlo, hay una muchacha enamorada de él pero prometida en casamiento al padre del galán. La chica es de armas tomar y pergeña un astuto plan para lograr que su anciano prometido se una a su madre y así ella poder quedarse con el joven. En el camino para el logro de tal fin hay confusiones varias, cambios de géneros, celos por doquier y un mecanismo de relojería de entradas, salidas y cruces que Santiago Doria maneja a la perfección dentro de una caja negra, con dos bancos de altos respaldos que hace de balcones, ambientes, calles y una ajustada puesta de luces.
El texto y la dinámica dirección requieren de un elenco capaz de “jugar” a este juego magnifico de un estilo teatral que para muchos resulta arcaico pero que siempre sigue siendo efectivo y apasionante, como el hecho de escuchar las voces de los actores proyectada sin ningún artefacto eléctrico. Mariano Mazzei y Ana Yovino como la joven pareja, Monica D´Agostino y Francisco Pesqueira como los amantes despechados y Irene Almus (magnifica actriz cómica), Gabriel Virtuoso y Pablo Di Felice forman un grupo de talentos artistas que naturalizan un texto en verso y generan una química efectiva con el público. El comienzo y final musical le brinda a la puesta un adicional aroma hispánico.
La discreta enamorada es una admirable propuesta que acerca un clásico del siglo de Oro del teatro español a la actualidad a un público demandante que, con mínimos elementos y mucho profesionalismo, disfruta con risas constantes y aplausos cerrados.
