La risa en la boca

Por Silvia Sánchez

Festival de Los Macocos

Daniel Casablanca, Martín Salazar, Gabriel Wolff y Marcelo Xicarts bien podrían desafiar los versos de aquel famoso tango que decía que veinte años no eran nada.

Para Los macocos, los casi veinte años de trayectoria, significaron y significan mucho. Y como el tango en cuestión, el grupo insiste en volver. Como ahora, que en el teatro de la Ribera han decido montar un festival para ellos solitos.
La risa en la boca, el nombre del ciclo que de agosto a noviembre los tiene como protagonistas, repone cuatro de sus obras las cuales abarcan seis años de su producción: La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi, Fábula de la princesa Turandot, Los Albornoz y Continente viril. Una por mes. Como ellos cuentan: cuatro colores que pintan seis años de producir, cuatro humores distintos, cuatro comedias muy diferentes entre si, buscando desde que fueron hechas, la excusa de siempre: encontrarse con el publico.
En agosto, le toca el turno a los Marrapodi, un homenaje en clave de humor, al teatro nacional.

Cuentan que en el año 1672, esta familia de artistas desembarcaba en el puerto de Santa María de los Buenos Aires y que sin otra cosa que sus corazones intentaron desde el teatro, contar una historia. La historia a contar es muy sencillita: una joven a quien su padre quiere casar con un señor adinerado, algo a lo que ella se opone ya que su corazón le pertenece a otro hombre. Con la excusa de esta pequeña e inefable anécdota - acaso un claro ejemplo de lo importante que es tener un conflicto para que haya teatro aunque este sea tan remanido- Los macocos pasean por la tradición teatral argentina, repitiendo la misma escena en los diversos géneros teatrales que la constituyeron.

El primer genero es la zarzuela, en donde la aparición de Daniel Casablanca en la piel de la joven Mariquita, hace estallar de risa a la sala. Le siguen el circo criollo y los versos gauchescos, o dicho en idioma macocal: la payasada y la payada. El grupo no se priva -a la hora de presentar el cuadro- de citar a Juan Moreira y a la compañía de los Podestá, piedras fundacionales del teatro nacional. No faltan el sainete (con un patio lleno de españoles, italianos y hasta esquimales), el grotesco con su visión trágica de la vida ( algún que otro pensador del teatro se debe haber sentido mas que aludido con la insistencia del grupo por hacer caer la mascara), el teatro realista argentino ( en tiempo real, con gente real, o sea, con un galán que se pasa el vaso de whisky sobre la frente cada dos minutos y con todos fumando y diciendo malas palabras) y hasta la revista llamada en versión macocos: Un montón en un colchón.

La obra contó desde su estreno, con mas de quince premios, entre ellos, uno otorgado a la investigación histórica a cargo de Marcelo Xicarts y el director del grupo o como ellos prefieren decir, el quinto macoco: Javier Rama.

Con una escenografía austera y un vestuario que exagera los rasgos y las características del personaje según la época, la obra pone el acento en las actuaciones del grupo, entre las cuales la de Daniel Casablanca se destaca notablemente. Sin embargo, el histrionismo del actor se ve bien secundado por sus compañeros, quienes a diferencia de Casablanca, varían de roles.
En una autodefinición acerca de su teatro, Los macocos afirmaron no hace mucho tiempo, que ellos no hacían teatro, sino que lo desasían. Tan convencidos están de la cuestión que publicaron un libro al que llamaron teatro desecho.

Para algunos estudiosos del fenómeno teatral, Los macocos realizan lo que se denomina un teatro de parodia y resistencia, es decir, una “decontrucción” en este caso de los diferentes géneros teatrales, con el fin de volver a construirlos desde otro lugar. Traducción macocal: desasen para volver a hacer y en ese volver a hacer, conservan algunos rasgos del original a modo de homenaje, y le aportan algunos otros propios. ¿Que es lo propio que incorporan? Nada mejor que la definición acerca de lo que es lo macoco: "Dícese del integrante masculino de una banda de teatro, con una ética y una estética para trabajar, basadas en el humor". En términos mas simples: macoco es morite de risa.

¿Que conservan? Ni mas ni menos que el amor al teatro. El mismo de hace veinte años.
Muchos.