Patti LuPone con Mundo Teatral.

Por Axel Drimer

Entrevista exclusiva a Patti LuPone, la diva que estrenó en Broadway el musical Evita, dialoga por primera vez con un medio argentino.

Esta diva de Broadway protagonizó el controvertido musical Evita en su estreno en 1979; personaje que la catapultó a la fama y por el que obtuvo los premios más importantes del teatro musical: el Tony (en Broadway) y el Olivier (en Londres). Desfachatada, irónica, ácida, muy expresiva, con ampulosas gesticulaciones a la italiana, a los 56 años repasa su vida y las interpretaciones más importantes de su rica carrera. Entre otros comentarios, critica sin pudor la interpretación de Evita hecha por Madonna; afirma que le encantaría visitar Argentina y cree que Evita “mandó energías” para que se realice el musical y poder así ser admirada internacionalmente. Aunque es muy conocida por sus protagonismos de comedias musicales, ella insiste que, en primera instancia, es actriz dramática. Además de sus pasos por el escenario, otro hecho que le otorgó popularidad masiva fue su participación el programa televisivo “Corky, la fuerza del cariño”, serie recordada por mostrar la vida de un joven con síndrome de Down (Patti interpretaba a su madre).

¿Qué recordás de tu interpretación de Evita?
Fue un rol muy importante en mi vida, fue mi primer éxito.

¿Qué percepción te quedó de esta gran personalidad argentina?
Creo que fue una mujer muy ambiciosa e inteligente, no creo que haya hecho nada diferente a lo que un hombre o militar realizaba en esa época. Pero ella era inteligente. Fue la primera feminista, la primera mujer amada. Aunque también le han encontrado bastantes cuentas en los bancos… Tuvo una historia fascinante. Leí los libros que comentaban y analizaban su vida.

Todos sabemos que este musical obtuvo excelentes críticas, todos los premios y una gran popularidad durante años en varias capitales del mundo. En particular ¿Te llegaron opiniones de argentinos?
Tuve peronistas y antiperonistas en mi camarín. De ambos lados, en general, me decían que mi interpretación les había gustado. Unos argentinos dentistas de New Jersey, trajeron a mi camarín todos los diarios que habían editado en Buenos Aires el día del funeral de Evita. Eran antiperonistas, pero habían guardado esos diarios de Evita por 40 años. Yo les preguntaba “Si no les gustaba, ¿Por qué guardaron todo esto?”. Considero que esos tiempos eran complejos y apasionantes.

¿Qué más te acordás de esa etapa de tu vida?
Debo confesar que creo que tuve la visitas espirituales de Evita: antes del estreno (que coincidió con su cumpleaños) y también en Australia en la última función. Creo que las tuve. Creo en que ella manipuló todo para que se haga este show... fue bastardeada por mucha gente y luego con este musical fue glorificada y seguirá siendo glorificada. Ahora se está haciendo un revival en Londres (cuya protagonista es la actriz argentina Elena Roger), y el año que viene vuelve a Broadway. Cada vez es conocida por más gente. Cada año grupos de estudiantes conocen al musical Evita y a la historia de Eva Perón. Por lo tanto, ella no murió, está viva, y su imagen se agigantó en el mundo.

¿Conocías a Evita antes de protagonizar al musical?
Recuerdo haber visto su funeral por televisión siendo yo muy chica. Recuerdo una gran locura por TV y un cajón. ¡Y no era Edith Piaf! Era la única gran pasión que podía relacionar viendo el noticiero porque esos funerales no son habituales en Estados Unidos. No creo que nadie en mi país haya tenido esa ceremonia. Ni siquiera John Lennon, que cuando murió, reunió una multitud afuera de su edificio, pero no veías al cajón desfilando por las calles. Todo esto me sirvió para interpretarla, recordando todas estas escenas. Pero además investigué mucho sobre ella; me interesó mucho su vida. Cuando realizamos el musical no se conocía mucho acerca de ella, de los hechos más significativos, de sus viajes. Decíamos “¿Qué?; ¿Quién?”. Inclusive me atrevo a pensar que el musical no está del todo bien escrito, falta mayor explicación y unión entre algunos hechos.... Ahora hay más elementos, en el resto del mundo, se realizaron varios documentales históricos luego de mi musical.

¿Fuiste a Argentina en alguna oportunidad?
Lamentablemente nunca he podido ir a Argentina. En esos años (1979-1983) nos aconsejaron que no fuéramos a Argentina.

¿Por alguna causa en especial?
Bueno, por la gran ebullición del momento.

¿Es cierto que recibieron amenazas de bomba en el estreno de Evita?
Es cierto, pero el tema es que siempre recibimos amenazas en un estreno en Broadway. Siempre hay un loco. En todos los shows que he participado he recibido amenazas de bomba. En Evita también, pero no se identificaba ninguna entidad o persona en particular. En definitiva, era sólo un musical. Mucha gente lo amó... pero quisimos hacer sólo un musical.

¿Cuál es tu opinión sobre Madonna interpretando tu mismo papel en la película Evita?
Creo que Madonna no puede actuar y es denigrante para la imagen de Evita no haber elegido la mejor actriz. Madonna es una excelente show-woman. Fue una elección inteligente en el sentido de la seducción que también tenía Evita pero que no era su única característica. Se la ve hermosa en el papel pero no es suficiente. Creo que Judy Davis tendría que haber hecho esa película, para actuar con la seriedad e inteligencia que Evita tenía. Y Judy también es sexy.

Otra conexión con Argentina la hace tu hermano, Bob LuPone, quien estuvo relacionado con un musical en Buenos Aires en los años 70 (antes del éxito de Evita)...
Sí, dirigió Jesucristo SuperStar pero no se pudo estrenar porque al teatro le pusieron una bomba. (aclaración: Alejandro Romay quiso producir este musical, y entre sus protagonistas se encontrabanm entre otros, Valeria Lynch, Fontova y Susan Ferrer. Sólo se pudo trabajar en el período de ensayos. En medio del caldero político-social en Argentina en 1973, la obra con una versión crítica de Cristo, exacerbó los ánimos de algunos grupos, al punto de poner una bomba en el teatro en el que se iba a representar. Luego de esto, la producción decidió no estrenarla).

Actualmente estás proganizado en Broadway el exitoso musical Sweeney Todd (‘el barbero diabólico’) de Stephen Sondheim, pero en esta puesta no hay orquesta ni ensamble, son los mismos actores quienes tocan los instrumentos ¿Cómo te sentís en esta peculiar experiencia teatral?
Increíblemente bien. Los productores insistieron en que yo haga el rol. No encontraban ninguna actriz que fuera instrumentista. Yo estudié música y, además, tocaba la tuba en la orquesta del colegio. Por ello, reunía las características necesarias: una estrella que también podía ser parte del ensamble. Yo empecé así, siendo ensamble de importantes compañías, luego me transformé en una estrella pero soy una actriz de trabajo y de alma. Estoy sumamente agradecida que me hayan elegido para este protagónico. Es la mejor experiencia de mi vida. Lo aseguro. Hay algo divino en ello. John Doyle, que ganó premio Tony al mejor director por este musical, es fenomenal. Me dio una gran libertad para crear, no nos ató a la versión original de Sweeney Todd (con Angela Lansbury). Armó un grupo de actores (que son a su vez ensamble y orquesta) como nunca he visto en mi carrera. Es teatro innovador, va hacia lo que el teatro en realidad es: una relación íntima entre los actores y el público, mediante una gran historia a ser contada.

Si bien sos una actriz de raza teatral, también actuaste en televisión en “Corky, la fuerza del cariño” interpretando a la madre del protagonista, en una teleserie jugada, que mostraba la vicisitudes de un adolescente con síndrome de Down y otros temas comprometidos...
Sí, el teatro siempre ha sido mi fuerte pero ese año dejé de hacer el musical Anything goes. Mi representante me había enviado el libreto del piloto de ese programa y me conmovió mucho y hasta me resultó educativo. Pensé “nunca hice esto antes”. Lo que me gusta de mi carrera es que siempre los proyectos me han tomado por sorpresa. Nunca había pensado en hacer televisión hasta que me acercaron este guión. Y duró cuatro años. Por ese programa muchos me descubrieron... ¡Y ni siquiera sabían que yo cantaba! Aunque no actúo demasiado en televisión, realizo apariciones ocasionales en episodios sueltos de programas. Por ejemplo, me he interpretado a mi misma en Will and Grace.

Otra obra (sin música) en la que participaste, y a la que el público argentino respondió muy bien en su versión local -hecha por Norma Aleandro-, fue Masterclass ¿Qué recuerdo tenés de esta?
La obra tenía características a mi favor. Ya tenía mucha información sobre María Callas; soy italiana y el personaje es mediterráneo,hablo italiano y puedo cantar las canciones que ella interpretaba, entiendo bien su temperamento. Al principio no quería hacer el reemplazo en Broadway porque había sido brillante la actriz que lo estaba interpretando pero luego pensé que era tonto no aceptarlo y estoy contenta de haberlo hecho. No me sorprende que en Argentina haya sido un éxito. El único lugar en que no tuvo tanto éxito fue en Londres, donde también la protagonicé. Los ingleses son muy posesivos de Maria Calas, y la compañía que teníamos no era muy fuerte. Aunque no lo tomé como algo frustrante. Fue hasta rejuvenecedor... porque creo que si hacés bien el trabajo, la circunstancia nunca es tan mala, es una experiencia que siempre sirve. El hecho de observar su vida me pareció muy interesante. Al igual que con Evita, leí los libros sobre ella... tan apasionante, tan trágico, tan triste, tanto poder pero tanta tristeza a la vez... ¡Lo que influye en una mujer el amor del hombre!

Cuando eras chica ¿Te veías más como actriz o como cantante?
Creo que siempre supe que iba a terminar cantando, desde chica y a medida que iba creciendo, sentía que mi voz siempre fue para un escenario de Broadway. Estudié arte dramático en Julliard, una prestigiosa universidad de arte escénico, pero también cantaba en bandas de Rock and Roll. Puedo cantar todos los días sin problemas. Sabía que iba a terminar en Broadway. Mi destino estaba allí. Estudié arte dramático para realizar una carrera en ese área, por lo que hice una pausa con los musicales y realicé mucho repertorio clásico. Pero mi real vocación siempre fue el teatro musical. De todas maneras, nunca abandono el entrenamiento de actriz dramática ya que considero necesario profundizar en mis conocimientos teatrales. Tengo ventajas: podré cantar hasta cuando aguante y después podré seguir haciendo papeles dramáticos... o por ahí me muero antes (risas).

En cine realizás apariciones esporádicas (entre otros, roles secundarios en “Conduciendo a Miss Daisy” y “Testigo en Peligro”) ¿Te hubiese gustado actuar en más películas?
Sí, pero no tengo la cara apropiada en este país. Si viviese en Italia, quizá tendría más oportunidades (risas) porque sería como cualquier otra persona. Y en relación a las películas musicales, los actores que protagonizamos éxitos en Broadway, nunca obtenemos el mismo papel cuando se realizan versiones fílmicas de ese musical.

¿Cuál es tu opinión respecto a cómo se realizan las películas musicales en la actualidad?
No me gustan las decisiones que toman los productores, sobre todo en los directores que eligen. No creo que fallen en los actores sino en los directores. ¿Por qué ponen al director de Harry Potter a dirigir en cine el musical Rent? (además las películas de Harry Potter son aburridas en comparación con los libros). Se necesita tener a gente que sepa hacer musicales de películas. Es una cuestión de adaptación. Por ejemplo, muchos años antes de que se realice la versión Madonna de Evita, me encontré con productores de la Paramount en una fiesta y me contaron el proyecto de momento, cual era de Evita en cine: iban a sacar todos los diálogos, el personaje del Che iba a ser un chofer de taxi y muchas canciones iban a cobrar otros sentido. Yo sentía... ¡Uy! ¡Paren!. Están reintentando hacer algo por lo que tuvimos que luchar en su momento al mostrar el musical en Broadway (por ejemplo, la aceptación del personaje del Che Guevara). Yo prefiero no estar en ellas si no hay un mínimo respeto por la producción que fue exitosa sobre el escenario.

¿Te queda pendiente algún papel para interpretar en teatro musical?
¡Muchos! Ruth en Wonderful Town, Adelaide en Guys and Dolls, Nellie Forbush en South Pacifiic, Annie en Annie get your gun, Mama Rose en “Gypsy” (para Broadway) ¡Hay tantos! La lista podría seguir, pero las oportunidades van y vienen. Y la verdad es que me han gustado todos los papeles que he interpretado en mi carrera. Hasta ahora estoy conforme.

Para finalizar, ¿te quedó por decir algo que no te preguntara?
Que admiro el espíritu de los argentinos. Me encantaría ir a Argentina ¡Me muero de ganas! Pronto, quizá el año que viene, seguramente me arrime, ya sea para pasear o para trabajar. ¡Les deseo lo mejor!

(*) Foto de Anna Thompson