Un amor de novela.

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Por Fabián D´Amico

Homenaje a la telenovela en clave musical.

El pretexto de contar una historia en base a canciones conocidas y populares no es nuevo. Es una fórmula probada y exitosa dentro del teatro musical. Un claro ejemplo es “Arráncame la vida”, espectáculo creado por Chico Novarro con sendas versiones y puestas en su haber. En el teatro El Nacional se estrenó un musical con similar estructura pero tomando como eje del relato canciones de telenovelas.

Desde el momento previo al inicio de “Un amor de novela” todo lo icónico del género se hace presente en la sala. La voz en off de Arnaldo André invitando a la audiencia a entrar en un mundo de ilusiones; los nombres de los protagonistas (Antonella y Rolando), una proyección de momentos cumbres de distintas tiras y en especial las cortinas musicales de esos programas remiten a la audiencia a un pasado vivido en común con los seres que acompañaban sus tardes y noches desde el televisor.

Antonella y Rolando preparan el festejo de sus veinte años de matrimonio esperando contar en esa celebración con la presencia de sus hijos, quienes por compromisos personales no asistirán. La soledad de la pareja, el festejo íntimo y mucho alcohol provocan que verdades ocultas salgan a la luz. Engaños, infidelidades y una historia de amor prohibido en el medio de la trama es el material propicio para un melodrama típico.

Fuera de todo lo referencial al folletín “Un amor de novela” es un musical donde el humor prima aún en los momentos de mayor tensión dramática, gracias a la mano experta de Valeria Ambrosio. La música clásica de las novelas de Migre, Andrea del Boca o de las superproducciones de Romay para Canal 9, es la base argumental con la que contó Ambrosio para crear, de manera precisa y efectiva, un entretenimiento al cual aplicó su marca de autor.

La creatividad de esta directora esta presente en toda la obra, tanto en la marcación de los actores como el tocar temas osados para este tipo de pasatiempo (como lo es el incesto), sobresaliendo la disparatada puesta en escena de la adopción.

Tal vez un escollo dentro de la propuesta lúdica de Ambrosio sea la dirección musical de Daniel García, quien ofrece una labor correcta pero con arreglos musicales y vocales formales y muy cercanos a las versiones originales. No existe, desde lo musical el novedoso juego escénico entre puesta y música logrado en las innovadoras producciones de la dupla Amborsio- Goldamn.

Juan Darthes apela a su conocida presencia escénica de galán pero demuestra que es un buen cantante y mejor interprete. Lo acompaña la frescura para la comedia y el correcto desempeño vocal de Claribel Medina, en especial en los temas románticos. Pero la sorpresa interpretativa proviene de la pareja joven. Elis García tiene una bellísima voz y juega muy bien su papel junto a la destacada actuación de Esteban Masturini. Ambos aprovechan cada instante de su participación para probar sus cualidades como lo logran en las canciones italianas, infaltables en una obra de Valeria Ambrosio.

“Un amor de novela” es un disfrutable entretenimiento musical, provocando la emoción en algunos, nostalgias en otros pero una franca sonrisa en todo el público.