Un musical inoxidable

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Por Fabián D´Amico

Continúa el exito de El diluvio que viene , versión estrenada en Mar del Plata el año pasado y repuesta este año en dos oportunidades.

Una vez más El diluvio que viene ocupa la marquesina de una de las principales salas teatrales de la Av. Corrientes. Luego del suceso en Mar del Plata en la temporada 2011 y de su reposición a principios de este año en el teatro El Nacional, el musical de Pietro Garine y Sandro Giovannini se repuso con algunos cambios en el elenco.

La historia del cura de un pequeño pueblo y la misión que Dios le encarga para ser el “nuevo Noé”, salvando a su comunidad del segundo diluvio universal, es un clásico entre las comedias musicales estrenadas en nuestro país. El amor platónico hacia el cura por parte de una de sus feligresas, la avaricia del intendente del pueblo y la aparición de una mujer de vida ligera que altera a los hombres del pueblo y provoca la tranquilidad de sus mujeres, son tópicos de esta pieza que muestra, de manera amena ,muchos de los pecados capitales. El tema del voto de castidad y otros temas tabús han pasado inadvertidos por los censores de otras épocas gracias a la frescura y espontaneidad de la obra que aún se mantiene vigente.

Las virtudes de esta nueva producción son varias pero se destacan la vigencia de la fábula simple y tradicional que plantea la trama y de las actuaciones protagonicas. Ni bien se levanta el telón y termina el primer cuadro, la criatura creada por Juan Durán se apodera del escenario y de la platea. Trabajo preciso, con mucha entrega donde prevalece su rol de cantante sobre el de actor. Durán logra vencer cualquier prejuicio previo al conocimiento de su excelente performance. En uno de los papeles femeninos más agradecidos dentro de la comedia musical ( representado por Graciela Pal y la premiada Julia Calvo en la versión marplatense)como lo es "La Consuelo" sorprende gratamente el regreso al género de Adabel Guerrero.La actriz- que se luce como cantante- se aleja del registro "naif" y un tanto cómico de las versiones anteriores del papel y le dá a su mundana prostituta un aire sensual que va transformando hasta convertirse en una casta mujer casada. La Clementina de Natalie Pérez ha logrado crecer desde su debut y su dulce y armonioso registro vocal logra equilibrarse con un notorio avance como comediante. El resto del elenco y ensamble cumplen con correctas actuaciones.

La excelente producción, encabezada en esta oportunidad por Laura Fidalgo, junto a Chino Carreras y Juan Durán es plausible en la temporada actual y se puede apreciar tanto desde la escenografía fiel a la original como en el numeroso elenco.El éxito artístico de la propuesta es responsabilidad del drean team creativo que comanda y acompaña a Manuel González Gil en cada una de sus puestas en escena. La supervisión musical de Martín Bianchedi puede plasmarse de manera brillante gracias a la materia prima de primer nivel como lo es el ensamble de esta versión de El diluvio que viene.

Rubén Cuello crea una eficaz y plástica coreografía que se despega de las versiones anteriores, dándole un nuevo aire al musical. Plasma la misma de forma efectiva sobre el reducido espacio que la escenografía corpórea deja libre, y maneja virtuosamente a las ocho parejas de baile, logrando que los protagonistas y actores se fusionen de manera precisa dentro del cuerpo de baile. Un aporte entre el coreógrafo y el director que permiten un espectáculo de alto impacto visual.

Esta nueva producción acerca al público a una comedia musical que ha delitado a varias generaciones de “fanáticos”y genera el acercamiento a un nuevo público que tiene la posibilidad de ver un clásico de género.