Yo adivino el parpadeo

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Por Fabián D´Amico

Comedia dramática con sobresalientes actuaciones de Carolina Papaleo y Rubén Stella, dirigidos por Julio Baccaro.

Delia pasa sus días dando clases de tango en un sótano. Pacha es un gran bailarín de tango que regresa del exterior a buscar a Delia, compañera de baile del pasado que no lo acompañó en su gira consagratoria. Con ese volver del Pacha, el mundo de Delia se derrumba: ha regresado su gran amor.

Un amor que resistió a veinte años de distancia, pero que ha dejado heridas en la joven que aún permanecen abiertas. Varios encuentros se producen en el estudio de Delia con la excusa de armar un gran show donde la pareja se volverá a reunir sobre un escenario. En cada uno de esas reuniones, charlas, discusiones, odio, rencor y sentimientos encontrados arman la historia que cuentan los motivos de esos desencuentros y la verdadera razón del regreso del Pacha.

Con ese interesante material, Guillermo Camblor escribe una comedia dramática costumbrista lineal y simple, donde si bien los personajes están bien construidos y definidos, las situaciones que el autor hace vivir a sus criaturas son previsibles y proclives al melodrama sin privarse de un par de golpes bajos. El éxito de “Yo adivino el parpadeo” no está en la dramaturgia sino en la dirección y en los intérpretes.

Julio Baccaro hace una minuciosa dirección de actores y una puesta dinámica, aunque una reducción en la extensión de la pieza hubiera sido muy beneficiosa al resultado final. Cuenta con dos excelentes actores que ofrecen composiciones certeras.

La Delia de Carolina Papaleo es perfecta. La actriz utiliza una amplia paleta de matices que muestran los distintos estados de ánimo de su criatura de manera precisa, sin caer nunca en la exageración. De la risa al llanto en una fracción de segundo, Papaleo se mueve con comodidad tanto en la comedia como en los momentos de mayor tensión, siendo sin duda este trabajo uno de los más logrados dentro de su carrera teatral. A su lado, Rubén Stella vuelve a mostrar su ductilidad y profesionalismo en un papel a su medida. Realizando un tipo de porteño distinto al de “Soñar en Boedo”, el Pacha está plagado de gestos, miradas, silencios. Características que muestran la lucha de su personaje entre la fortaleza exterior y sus miedos internos, las que Stella comprende, hace propia y conmueve con ellas a la platea.

Con un adecuado entorno escenográfico, una pareja de baile que une ciertas escenas y dos actuaciones para aplaudir fervorosamente, “Yo adivino el parpadeo” es una agradable alternativa para reencontrarse con un estilo de teatro, a la manera de Abel Santa Cruz o de Julio Porter y con grandes nombres como Luis Sandrini, que dieron forma y característica a las exitosas temporadas de teatro de Mar del Plata.