Zapping Vaudeville

Por Fabián D´Amico

Nueva propuesta del grupo, en una historia plagada de diversión y emoción.

Es muy común encontrar en el mundo del espectáculo, y de entre sus distintos lenguajes, nuevas expresiones que son tan efímeras, que en ocasiones ni siquiera llegan a convertirse en realidades. Frente a este planteo, hay por suerte, antítesis. Grupos de artistas que viven, respiran, comen y se alimentan de teatro y que en cada uno de sus presentaciones intentan sorprender a la audiencia con su arte. Zapping pertenece a este ultimo grupo, el de las realidades, el de las concreciones de nuevas propuestas, el de los cómicos de la legua. Y precisamente a estos artistas itinerantes, que recorrían pueblos y ciudades con su arte, es a quienes rinden homenaje con ZAPPING VAUDEVILLE.

Cinco artistas de variette, con sus valijas de cartón, atraviesan la sala, para encontrarse con un escenario vacío y una platea llena. Por un error de cálculos, la función que tenían programada ofrecer debe comenzar en ese momento. Con prisa y sin pausa, los artistas abren sus corroídas valijas y sacan de ella humor, coloridos vestuarios y mucho de nostalgia.

El show que estos cómicos trotamundos ofrecen ha sufrido con el tiempo algunas modificaciones. En un principio la compañía estaba formada por cincuenta artistas, de los cuales, por distintas circunstancias que el público irá descubriendo a lo largo de la obra, quedó reducida solamente cinco. Estos sobrevivientes deberán enfrentar disciplinas desconocidas para ellos, para cubrir los distintos espacios vacíos dejados por los artistas desaparecidos. Así pasaran por el escenario ventrílocuos delirantes, tenores desafinados, encantadores de animales impensados y demás demostraciones artistas más que delirantes.

Dentro de la estructura de music hall habitual en el grupo, Zapping Vaudeville tiene aún mas para ofrecer. Sin perder la marca registrada de sus shows, Carlos Guedes y Cristian Barbieri apostaron a contar una historia, no solamente desde la visual, sino a través de textos que unen los diversos cuadros del show. Así es como nos podremos enterar de historias personales de los cinco artistas y de los que ya no están, a través de monólogos que van desde el humor y la nostalgia, hasta alcanzar momentos realmente emotivos como el monólogo final, con una plausible interpretación de Cristian Barbieri.

Zapping Vaudeville es el producto más teatral del grupo en cuanto al planteo dramatúrgico, pero sin perder de vista, la esencia del show que tanto ha diferenciado y destacado a estos artistas del resto de propuestas del mismo tenor. Cuadros de variette que cuentan una historia divertida con algo de nostalgia, con un colorido vestuario, dinámicas coreografías, buen diseño de luces y cinco excelentes interpretes hacen de esta propuesta, una nueva recomendación para no dejar de ver a este grupo de cómicos de la legua que ofrecen su noble arte: el de divertir y emocionar a la vez.