Check in

Por Fabián D´Amico

La resiliencia es la capacidad de un ser humano a reponerse a una situación adversa. Una capacidad que los artistas poseen frente a una vida de altibajos económicos, con épocas de vacas gordas y muchas de flacas. Esa posibilidad de hacerle frente a las adversidades no es nueva y los cómicos de la legua tenían como recurso la “rascada”, término que puede sonar peyorativo pero que en el ambiente teatral se utiliza para referirse a la posibilidad de crear un espectáculo con escasos recursos y salir a los caminos a ofrecer su arte.

El grupo Zapping bien conoce a esos cómicos y el arte de reciclarse en post de ofrecer un nuevo show (basta recordar el excelente espectáculo Zapping Vaudevile realizado en homenaje a esos artistas itinerantes). Después de pertenecer a la factoría Stravaganza, Christian Barbieri y Carlos Guedes deciden rescatar de su arcón de los recuerdos, el primer espectáculo creado por la dupla para ser representado por terceros, ocupándose únicamente de la idea, libro y dirección.

Con un nombre distinto (en el original presentado en el 2003 en la sala Colette del Paseo la Plaza y con los protagónicos de Ignacio Arroyo y un novato Dan Breitman bajo el nombre de Boomergan, todo vuele), nuevo elenco y una versión mucho más acida, la historia de las hermanas Waissman cobra vida nuevamente en el Teatro Buenos Aires con un título muy relacionado al relato que se presenta: Check In.

Ruth Waissman y Lupe Wisman son dos hermanas judías (la segunda adoptada y con menos luces que la primera) que reciben a la audiencia con café y sandwichitos, catering propio del funeral a que asiste el público. La madre de las hermanas ha fallecido pero el dolor es ficticio. Ni bien termine el entierro, ambas partirán a recorrer el mundo en búsqueda del éxito como artistas de music hall, luego de haber vendido todos los bienes familiares.

Sin conocer otro idioma más que un básico castellano y careciendo de cualquier atributo artístico, comienzan su viaje por España, donde fracasan en una prueba cinematográfica con Almodovar, siguiendo por Francia, donde Lupe hace un desopilante recreación de La vie en rose de Edith Piaf. Amores frustrados en Italia, frio descomunal en Suiza y el glamour y la cárcel en Inglaterra son los siguientes países recorridos, encontrándose sola Ruth en Israel y recuperando a su hermana Lupe en el Lejano Oriente donde interpretan un risueño número musical cargado de xenofobia y humor negro. Las últimas millas de la tarjeta de crédito la canjean para ir a Hawai, donde una invasión de mosquitos la hacen desistir de esas paradisíacas playas para probar suerte en la meca del musical: Broadway.

Luego de crear un musical dedicado a la torres gemelas (el cuadro con mayor sarcasmo y humor negro de la noche) deciden empezar el descenso hacia Sudamérica, pasando por el corsodromo de Rio para regresar con la frente marchita al Buenos Aires.

Si bien el derrotero artístico de las hermanas no varía de la versión original, esta revisión del espectáculo creado por Barbieri- Guedes varios años atrás tiene un nuevo discurso mucho más potente y efectivo. La fuerte carga de humor negro y muchas escenas políticamente incorrectas le dan una impronta dinámica a Check in, generando carcajadas sostenidas durante el show, que cuenta con ritmo sostenido durante los 80 minutos de la función. Mérito compartido entre la creación del libro, con cuadros musicales bien diseñados y ejecutados, y la brillante actuación de Carlos Guedes, como una egocéntrica Ruth, acompañado efectivamente por Clara Quarneti guiados desde la dirección por Christian Barbieri y Matias Canony, responsable este último de la cuidada puesta de luces del espectáculo.

Check in ofrece canciones, relatos y coreografías, que dan vida a estas hermanas disparatadas quienes sorprenderán y harán pasar una velada de entretenimiento y diversión cargada de ironía, sarcasmo y humor.