Copi, entre la desmesura y la cautela.

Por Rómulo Berruti

Como para demostrar que se la puede venerar u odiar, pero jamás omitirla, Eva Perón siempre vuelve transformada en personaje de cine y teatro. Hace poco, en Argentores se presentó un documental sobre su extraordinario protagonismo, que había sido interpretado por Patricia Moreno, una actriz de parecido físico sorprendente. Inédito, interesó al escaso público que supo de esta exhibición. Ahora, en el ciclo Tintas Frescas que enlazó el teatro francés con el argentino, se vió aquí por primera vez la Eva Perón de Copi, ese talentoso y transgresor artista vinculado a una leyenda periodística: Natalio Botana, fundador y director de Crítica. Y se vió por partida doble, versión local y versión francesa. Muy poco favorecida por el autor, Evita aparece como un ser venal, síntesis del apetito desmedido de poder, pero por sobre todo se trata de una farsa paródica donde Copi se burla de todo con mucha crueldad. Se diría que la obra en sí misma no es ni evitista ni antievitista, ni peronista ni antiperonista, es una especie de pintura con colores muy fuertes donde el personaje parece pedir que lo dejen ser persona, que lo dejen vivir, anhelo muy claro en el disparatado final. De las dos versiones se impone con facilidad la francesa porque el director y actor (él mismo compone a Eva) Marcial Di Fonzo Bo, entendió que Copi escribió un esperpento y así lo hizo, incluyendo su actuación travestida y el desnudo masculino, genitales incluídos, de la enfermera que cuidaba a Evita. En cambio Gabo Correa, director de la puesta local, no pudo evitar cierto temor de tirarse a la pileta, sea por admiración hacia el personaje o por simple cautela, quiso hacer formal algo que no lo admite: diriamos que se manejó con pie de plomo. Claro, él se queda aquí y el francés ya se volvió a Francia... La Eva de Alejandra Flechner hubiera podido acercarse mucho más a Copi pero fue contenida y en alguna medida distorsionada por el director. Lo concreto es que en todo el mundo Eva sigue seduciendo a los artistas. Y nada permite suponer que esto cambiará.-