Dos libros de gente de teatro

Por Rómulo Berruti

Con diferencia de un par de semanas, dos libros forjados por gente de teatro despiertan el interés del lector adicto.

Con diferencia de un par de semanas, dos libros forjados por gente de teatro despiertan el interés del lector adicto. El primero, Teatro argentino y crisis (2001-2003) está editado y dirigido por Osvaldo Pellettieri, habitual maestro de orquesta de su talentoso equipo de trabajo en la UBA. Su objetivo es analizar desde distintos puntos de vista el efecto sobre la actividad teatral de la gran crisis que se abrió en diciembre de 2001. No es novedad que al menos entre nosotros las visicitudes tienen el curioso efecto de estimular al teatro. Desde lo político, es ya un lugar común que la dictadura determinó el gran impacto de Teatro Abierto y la democracia lo desinfló. En el abismo económico de 2002, sucedió algo similar, sobre todo en los emprendimientos independientes. El mismo Pellettieri, Laura Cilento, Javier Daulte, Cristina Piña, Martín Rodríguez, Beatriz Trastoy, Lorena Verzero y Alejandro Domínguez, Isidro Zalzman, Víctor Goldgel Carballo y Patricia Fischer opinan y entrevistan a gente del medio. Es muy interesante y agudo el estudio de Cristina Piña El teatro extranjero en Buenos Aires durante la crisis: entre la sordera y la atención vigilante, donde la autora advierte acerca de varios espejismos que conviene eludir, en consideraciones que hacen sobre todo al teatro oficial, pero también a las llamadas puestas llave en mano, aludiendo al trasplante fiel de espectáculos de afuera que el uno a uno permitía. La encuesta de Patricia Fischer en base a varias preguntas básicas arroja resultados muy esclarecedores de interpretes (Alicia Berdaxagar), directores (Laura Yusem), autores (Mauricio Kartum e Ignacio Apolo), críticos (Carlos Pacheco) y otros. Javier Daulte enfoca el tema desde la producción artística y Martín Rodríguez habla de “pactos de interés” y “pactos de deseo”. El mismo Pellettieri, como siempre, aporta lo suyo brindando un encuadre histórico de escena y crisis en el estudio preliminar. El volúmen, editado por Eudeba, es un valioso trabajo de investigación. Y por lo tanto, un libro de consulta sumamente útil. La voz del cuerpo (notas sobre teatro, política y subjetividad) lo firma Eduardo Pavlovsky quien recopiló –con la colaboración de Jorge Dubatti y Eduardo Misch- colaboraciones periodísticas publicadas en Página 12, Clarín y otros medios. Aquí no podemos hablar de un libro “de teatro”, porque Tato –esencialmente un hombre político- opina sobre todo. Desde el Día internacional del Teatro a Casius Clay (una columna de lujo), desde Adolfo Hitler a la guerra de Irak, pasando por Mariano Grondona y nuestras leonas del hockey, además de una carta a Fidel Castro nunca publicada. Brillante como siempre, aquí además exhibe verdaderos alardes de síntesis. Este material permite reencontrarse con un artista múltiple –representado en todo el mundo con muchas obras suyas- que une a la erudición terapéutico-teatral un muy saludable sentido del humor. Editó Astralib. RENUNCIA Aprovecho este espacio que me brinda Mundo Teatral para comunicar que me he desvinculado en forma total de la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE). La decisión –luego de doce años como integrante de la comisión directiva- se debe a motivos estrictamente personales, que no afectan, al menos desde mi persona, la relación amistosa y cordial con mis colegas de esa entidad.-