El regreso del Vaudeville
Por Fabián D´AmicoRetorna el grupo Zapping con un reestreno cargado de diversión y nostalgia.
Un entusiasta grupo de jóvenes artistas copaba,hace no muchos años atrás, las veraniegas calles de Mar del Plata con sus trajes multicolor tarjeteando sus espectáculos y ofreciendo descuentos para ver sus obras. Pequeños y alejados teatros dejaron de ser su ámbito para ocupar salas más grandes y con producciones ambiciosas y arriesgadas. Nominaciones a premios, galardones obtenidos y un prestigio ganado en base a talento y sudor. Estos juglares tomaron el nombre de su primer gran éxito teatral y pasaron a llamarse Zapping. Temporadas con sucesos en distintas plazas teatrales les posibilitaron a los responsables del grupo formar parte de uno de los espectáculos nacionales más importantes como lo es Stravaganza.
Ese nuevo metiere de Carlos Guedes y Cristina Barbieri distancia las presentaciones del grupo hasta el reestreno en el Teatro La Comedia de una de sus recordadas producciones, estrenada en el Teatro Enrique Carreras de Mar del Plata: Zapping Vaudeville.
Un pequeño grupo de artistas irrumpe en la sala principal del teatro con valijas en mano para comenzar una nueva función. Un show que, con el tiempo, ha sufrido algunas modificaciones. En un principio la compañía la formaban cincuenta artistas, de los cuales, por distintas circunstancias que el público irá descubriendo a lo largo de la obra, queda reducida solamente a siete. Estos sobrevivientes se ven obligados a enfrentar disciplinas desconocidas para ellos, a fin de cubrir los distintos espacios vacíos dejados por sus compañeros ausentes. Así pasan por el escenario un ventrílocuo delirante, tenores desafinados, encantadores de animales impensados y demás demostraciones artistas más que desopilantes.
En Zapping Vaudeville,los creativos del grupo apuestan por contar una historia, no solamente desde la visual, sino a través de textos que hilvanan los diversos cuadros del show. Así es como nos enteramos de las historias personales de los artistasa través de monólogos que van desde el humor y la nostalgia, hasta alcanzar momentos realmente emotivos como el monólogo final, con una plausible interpretación de Cristian Barbieri.
El resultado obtenido es un interesante producto teatral en cuanto a la narración sin perder de vista, la esencia del show que es marca registrada del grupo. Cuadros de varieté que cuentan una historia divertida con toques de nostalgia, colorido vestuario, nuevas y dinámicas coreografías, acertado diseño de luces y excelentes interpretes hacen de Zapping Vaudeville, una nueva recomendación para no dejar de ver a este grupo de cómicos de la legua que ofrecen su noble arte: el de divertir y emocionar a la vez.
