Holz cantó a Piazzolla

Por Fabián D´Amico

Catorce años atrás no existían las redes sociales y la manera de comunicación y de difusión de espectáculos era el “boca a boca” o alguna nota radial o en periódicos. Al no existir Youtube (se crea en 2005) el contacto entre la producción de los artistas y el público se generaba en los recitales en vivo, casettes y cds.

Una época de renacimiento de la comedia musical con el arribo de grandes títulos de Broadway, el fanatismo de los jóvenes por el género y el armado de grupos para seguir a los cantantes y bailarines de esas comedias en todos sus shows personales. Uno de esos cantantes era Sebastián Holz quien al momento de armar su propio repertorio eligió canciones pocos conocidas de Astor Piazzolla.

Con ese material creó un espectáculo llamado Astor Inédito que recorrió a principios de los 2000 varios teatros, entre ellos, el desaparecido Notorius de Av. Corrientes, donde muchos descubrieron ( y descubrimos) bellas canciones de Piazzolla en el bar de ese teatro.

Afianzado en el mundo piazzoliano y con una notoria madurez interpretativa, Holz presentó un show muy similar al de aquel entonces, en un marco más importante como el teatro El Picadero, el martes 1 de Noviembre. Un piano, guitarrista y bandoneón como invitados y la extraordinaria voz de Ligia Piro en un tema a dúo fueron los elementos necesarios y suficientes para recrear un universo tan mágico como particular como lo es el pergeñado por el músico marplatense y su fiel compañero letrista, el poeta Ferrer.

“Juanito Laguna ayuda a su mamá” es uno de los temas que le abre el camino a Holz para su lucimiento, ya que su registro e interpretación habilita el disfrute para los versos y las bellas y humanas historias que estos relatan. Le siguen “Los pájaros perdidos”, “Se potessi ancora”, “El Bocha”,un ejemplo acabado de la nostalgia porteña, defecto o virtud que identifica a esos locos seres que van en busca de la luna por Callo y que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.

Un intimista momento lo brindó la canción con versos de Atahualpa Yupanqui y música de Piazzolla donde se narra la historia de amor de los padres del primero, en un logradísimo dúo de voz y guitarra. La muerte y resurrección de Buenos Aires, lugar siempre presente en la música y corazón de Piazzolla, fueron los elegidos para cerrar un concierto-recital-show aplaudido por la colmada sala y cuyo reclamado bis fue “El Bocha”, quizás la pieza más sentida de la noche.

Holz canta Piazzolla ofreció sentimiento, voz, interpretación y mucho de melancolía para recordar cantando a un exponente amado y odiado en dosis iguales, y disfrutar a un artista del teatro musical atrapado en las redes del pasional ritmo de la música ciudadana.