Homenaje a Alejandra Boero

Por Rómulo Berruti

Con la publicación de una foto de Alejandra Boero, tomada por Annemarie Heinrich, realizamos este simple homenaje a la actriz.

Con Alejandra Boero -ampliamente recordada y ponderada el último fin de semana en todos los medios- partió la penúltima figura fundacional que tiene el teatro independiente. Creo que sin ella, sólo queda con ese rango Onofre Lovero. En todo lo que hizo, puro teatro siempre, se jugó la profesión, el patrimonio y la salud. Esta militancia escénica sin claudicaciones nacía del rico manantial de su militancia ideológica, que bañó sin excepciones el valle de los independientes. Hizo tanto que cualquier enumeración resultaría mezquina, pero los mejores momentos de Nuevo Teatro con Pedro Asquini y Héctor Alterio, más su labor en la sala Planeta son insoslayables. Después llegó el ansiado pero temido salto grande a la calle Corrientes en un esfuerzo económico que resultó excesivo y muy doloroso. Nunca claudicó, nada la quebró. En Andamio 90, su última batalla, dejó literalmente los pulmones. Y a los 87, con su autoridad de siempre, dijo “quiero morir en casa”. Desde luego, así fue. Toda la familia teatral la despidió en su sala, en la puerta del San Martín y en el Panteón de Actores. No se trató, claro que no, de una despedida más.-