Juan Rodo, 25 años con el musical

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Por Fabián D´Amico

Gala de festejo con melodías e intérpretes que prestigian la comedia musical.

Cuando un artista celebra años con el espectáculo ofreciendo un show no hace solo un recorrido de lo mejor de su lenguaje artístico sino que obliga a la audiencia que lo acompaño a realizar un viaje al pasado y revivir con cada segmento propuesto del escenario, escenas de su propia vida. El artista crece y madura junto a su público y éste rememora momentos alegres y emotivos, fechas emblemáticas y figuras que formaron parte de su historia. Algo así ocurrió el jueves pasado en el teatro Maipo cuando Juan Rodo celebró sus 25 años con el musical.

Una carrera que comenzó con Drácula, suceso que provocó en el público argentino el redescubrimiento de un género como la comedia musical y que permitió tanto el surgimiento de nuevos valores como el nacimiento de un fenómeno social: los jóvenes fanáticos del musical. Parte de esos fervientes admiradores del inicio de Rodo –que ahora pasan los 40 años- y mucha gente que fue descubriendo al cantante en comedias musicales más cercanas colmaron el Maipo para disfrutar de lo mejor del musical nacional y extranjero.
Un orquesta sobre el escenario dio el marco escenográfico para que Rodo recorriera su vida artística en formato de concierto, a través de temas como "¿Es que me has hechizado?" (El Jorobado de París) "Mi alma doy" ( Dorian Gray) y otros tantos de comedias de broadway.

Su estrecha relación artística con Pepe Cibrian Campoy quedo reflejada en muchos de los temas interpretados, alguno en compañía de invitados como Georgina Frere con quien protagonizara Las mil y una noches y una de las versiones de Drácula. Al segmento nacional le siguió su experiencia internacional con dos musicales recordados: La Bella y la Bestia y Los miserables. Esta parte del concierto fue la que mostro a Rodo en toda su madurez vocal e interpretativa en un registro que le queda cómodo y sin necesidad de sobre exigir su voz como ocurrió en varias ocasiones de la velada.

Un video mostro imágenes de todos los musicales en los cuales intervino Rodo dejando explicito el carácter oscuro de las criaturas que les toco representar. Como contrapartida a esta historia de seres siniestros, los números musicales de City of Angels – a dúo con un excelente Roberto Peloni- y uno de los temas principales de Carrousel habilitaron la parte lúdica y mostraron a un Rodo distendido y predispuesto al juego escénico.

Un bello momento brindado por el dúo de Rodo con Marisol Otero interpretando "Eclipse de Amor" de Danza de los Vampiros, y la posibilidad de ver al artista cantar roles secundarios como el de Raul de El Fantasma de la Opera y Jonathan (personaje pensado para que interpretara Rodo en un principio en Drácula) junto a la soprano Paula Almerares fueron ovacionados por la audiencia. Un momento emotivo provocó la participación de la hija de Rodo interpretando junto a su padre "No hay palabras" de Jack el destripador.

La presencia de Claudia Lapacó sobre el escenario del Maipo fue sin dudas lo más esperado de la noche. Su aparición por una de las pasarelas laterales del lugar dio lugar a exclamaciones y aplausos por varios minutos. Elegancia, glamour y talento en una artista que demostró en los tres minutos de uno de las canciones de Otelo, como debe contada e interpretada una historia en tan poco tiempo. Una lección de teatro para quienes pretendan abordar el género del musical.

Su último musical, Phantom, ocupó varios segmentos de la gala y su próximo musical -luego de la reposición de Drácula durante el verano porteño- Jekyl & Hyde, cerro una velada de melodías y emoción, a la cual un guión más elaborado hubiese dado un toque de profesionalismo a las escasas palabras que Rodo utilizó para hilvanar los temas musicales.

Una gala de canciones y emoción compartida por parte de una camada de jóvenes cantantes que volvieron a darle vida a la comedia musical devenido hoy en señores y señoras del género junto a un público fiel y fervoroso.