La chica del Adiós

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Por Fabián D´Amico

Texto, dirección y actuaciones de excelencia para el disfrute de un clásico de la comedia romántica.

Se puede hablar de clásicos del teatro sin por ello hablar de teatro clásico. Aunque parezca un juego de palabras o conceptos similares, no lo es. El concepto de teatro clásico esta instaurado en el inconsciente colectivo como el conjunto de tragedias greco-romanas, las pieza de la época del oro del teatro español y obras de Shakespeare entre otros, en cambio son considerados clásicos teatral aquellas obras que con éxito en su época de estreno, continúan representándose en forma habitual, y que han marcado un valor artístico a emular por sus sucesores.

Tennessee Williams, Eugene O'Neill y Edward Albee -como autores y sus obras- son considerados clásicos del teatro americano contemporáneo y sus pares dentro de la comedia son Ray Cooney, Marc Camoletti y Neil Simon. Con más de treinta obras teatrales escritas – en su mayoría representadas en nuestro país- y otra misma cantidad de guiones cinematográficos, Simon es referente para muchas generaciones posteriores de comediógrafos mundiales. Uno de esos guiones cinematográficos adaptado para la escena es La chica de Adiós, que se presenta actualmente en el Teatro Metropolitan de nuestra ciudad.

La obra cumple con varios de los preceptos vertidos anteriormente y que la convierten en un clásico, sobretodo la universalidad del tema y la atemporalidad de la puesta, virtud esta ultima de Claudio Tolcahir, director de la misma. The Goodbye Girl , película estrenada en 1977 con dirección de Herbert Ross, es una película con un anclaje temporal y espacial muy fuerte y con recordadas actuaciones de Richard Dreyfuss y Marsha Mason. La versión actual de la obra logra vencer cualquier recuerdo o paralelismo al film en virtud de varios factores que hacen de la misma una agradable propuesta que oscila entre la risa franca y la emoción genuina.

La historia de Paula, bailarina sin trabajo y a punto de cumplir cuarenta años, cambia de la noche a la mañana cuando su novio la abandona, subalquilando el departamento que compartían. La llegada del nuevo inquilino, el litigio por quien se queda habitando el departamento y un acuerdo de convivencia tan frágil como peligroso para ambas partes, sin contar con la presencia de la hija adolescente de Paula, el único ser adulto en ese trio. Las peleas, los desplantes, los éxitos y fracasos de ambos y un cambio paulatino pero profundo que cambia para siempre la existencia de estos seres.

Si bien Simon maneja con maestría la comedia, sus diálogos y las acciones dramáticas efectivas, la dirección de Tolcachir aporta mucho al talento del autor y crea un espectáculo creativo con un discurso equilibrado entre la comedia brillante y el romanticismo y para el que cuenta con un elenco brillante y rubros técnicos de alta calidad artística.

La escenografía de Alberto Negrin es un elemento importante dentro del discurso del director ya que logra darle el aire necesario a la pieza, para que esta no se convierta en una simple comedia de living. Dos dormitorios bien diferenciados, un espacio común dentro de la casa y uno exterior, con un exquisito gusto estético y una encomiable funcionalidad, facilitan la agilidad de la puesta en escena.

El espacio exterior es el sitio donde los protagonistas interactúan con Gipsy Bonafina-una actuación brillante y merecedora de varios premios- especie de comodín de ambos protagonistas ( la abuela de la adolescente, una directora teatral un tanto particular, la asistente de un casting al que asiste Paula, etc, etc) y una creadora de climas acertadísimos con el ejecución en vivo de un piano y varios efectos de sonidos, la cual se adueña de ese espacio- y de muchas de las escenas compartidas-con honores y aplausos cerrados .

La química lograda entre Paola Krum, en un bello trabajo plagado de climas que la encuentra madura y a una edad precisa para encarar este papel , y la ductilidad de Diego Peretti para darle vida a este actor desesperado por triunfar en teatro con un clásico es el plato fuerte de La chica del Adiós. Completa el elenco Lucía Palacios como la hija de Paula, encargada de relatar la historia, en un trabajo arrollador lleno de frescura.

La chica del Adiós es una comedia bien estructurada, con una inteligente dirección y un elenco brillante quienes logran la ardua tarea de abstraer a la audiencia de sus preocupaciones por casi dos horas y llevarlos a vivir una humana historia de amor.