La Selección del Musical

Por Fabián D´Amico

Hay musicales donde el reducido elenco cumple muchas funciones, pero en los grandes musicales, sean nacionales o extranjeros, hay categorías que deben ser respetadas para una mejor organización. Es por ese motivo que hay actores y actrices principales, de reparto, figurantes, coveres o reemplazantes, cantantes de cabina (Pit Singer) y elenco de bailarines y cantantes.

Estos últimos reciben muchos nombres, desde los foráneos motes de gipsys (gitanos) o casting hasta el más usado en la actualidad que es el de ensamble. Por dicho término se entiende a la unión de dos o más personas que a través de la voz o de algún instrumento ejecutan una interpretación musical en forma simultánea. Definición un tanto académica que ensambla bien en la labor que los bailarines y cantantes de comedias musicales realizan dentro del género. Acompañan, apoyan, sostienen y en muchas escenas protagonizan los momentos más destacados de la obra, pero siempre desde el anonimato de la masa y casi nunca, logran que su nombre sea reconocido más allá de la letra chica en las últimas páginas de un programa de mano.

Al igual que en las ediciones de Primeras damas del musical, Sres. y Sres. del musical y Damas y Sres. del musical, Ricky Pashkus (integrante de recordados elencos y director de musicales) y Pablo Gorlero (crítico especializado) rinden un merecido homenaje a los "obreros" de los musicales y crean La selección de musical, cita imperdible para quienes amen el género y en especial la danza que engalana al mismo.

Más de cuarenta personas en escena sobre el escenario se turnan para presentarse y para muchos, ser la primera ocasión en hablar y expresarse con la palabra en teatro. Monólogos ínfimos, entre emotivos y graciosos, donde cuentan su contacto con el mundo del musical hasta verdaderos stand up como los realizados por Julián Puchetta y Flavia Pereda (los más logrados de la gala) dan pie a los números musicales coreografiados por la elite nacional (Chapeaurouge, Wons, Ibarra, Pecollo, Olivari, Fernández, Carrizo, Pashkus).
Esa unión entre presentaciones, cuadros musicales y mínimas intervenciones de figuras reconocidas oficiando como anfitriones, forma la estructura vertebral de la presentación.

Más allá de la efectividad de los cuadros musicales entre los cuales se destacan el creado por Gustavo Carrizo con gran parte del elenco y el protagónico de Nicolás Armengol cantando y bailando Bye Bye Life de All that jazz, un potente trio de tango capitaneado por Browne, el dúo ideado por Chapeaurouge y ejecutado por Armengol – Gigli y el logradísimo ragtime de Flavia Pereda, el espectáculo es un vehículo para descubrir el talento de caras conocidas dentro de la multitud que cantan y bailan de maravillas, el disfrute de quienes ya tienen un nombre propio y el reencuentro con verdaderos artistas que formaron parte de muchos de los musicales que fomentaron el creciente amor hacia el género por parte de sus seguidores como Fabio Gigli, Luis Podestá, Patricia Browne y la “bataclana” Romina Groppo como ella misma se define.

La selección del musical, con dirección de Pashkus y Gorlero, cumple con creces el impulsor que propone desde su enunciación: la energía de todos y el talento de cada uno. Una equilibrada y potente energía que invade el teatro Nacional emanada del talento individual y conjunto de lo mejor de los artistas del ensamble nacional.