LAS REINAS DEL STRIP

Por Fabián D´Amico

El striptease es un baile relacionado desde siempre con el voyerismo, una relación entre un observador oculto en la oscuridad de una sala y su objeto de deseo. Una práctica habitual en épocas donde el cuerpo desnudo de una mujer solo podía verse en ciertos cabarets de escasa reputación y en algunos cuadros del teatro de revista. Juana González, o Rita, la salvaje, fue tal vez la striptisera más famosa de Rosario y de toda la argentina durante los años 50 y su fama se inmortalizó en un musical estrenado en el Teatro Maipo hace un par de años.

Pensar, hoy en día, en realizar un espectáculo cuyo contenido sea esa práctica de danza resulta un tanto naif, ya que lo privado y lo público desconocen fronteras y ese estilo de shows pueden verse en la televisión en horario de protección al menor y en sus infinitas repeticiones durante todo el día. A pesar de esa saturación Reina Reech se planteó el desafío de crear un show íntegramente dedicado a ese “arte” de quitarse la ropa.

Con mucho del Crazy Horse- famoso cabaret parisino dedicado a ese género- en cuanto al diseño de la puesta, y con toda la producción del teatro Maipo al servicio del show, Las reinas del Strip naufraga entre el buen gusto y el tedio de lo anodino. Cuerpos esculturales, movimientos sensuales, lujosísimo vestuario como hace poco tiempo no se aprecia sobre un escenario porteño, agradable música, una iluminación acorde y destacadas actuaciones como las de Gabo Usandivaras, no logran salvar una concepción fallida del espectáculo.

Reina Reech ha querido diferenciarse de toda otra producción relacionada con esta práctica ideando una “historia” que contar a través de cuadros musicales con playbacks y algunos cantados en vivo por la correcta Martina Lupardo. En esa diferenciación esta uno de los fallos principales de la propuesta. Lo que se cuenta y la manera de hacerlo está plagada de clichés y lugares comunes. Una presentadora con una impostada voz seductora recita frases hechas sobre el origen del mundo, de la mujer, del hombre, del sexo y de las fantasías sexuales, presentado a los distintos arquetipos de mujeres posibles.

En Las Reinas del Strip se habla más de lo que se muestra. La excelente foto de la puerta del teatro exhibe más desnudos que los que se ven sobre el escenario, quedando en evidencia lo poco jugado del show en comparación con su emulo televisivo dentro del Bailando.

No se trata de privilegiar lo soez o chabacano frente al buen gusto. Se trata de jugar sobre límites permitidos en un espacio cerrado como lo es una sala teatral acorde a una propuesta con una enunciación supuestamente adulta. En 1985 un musical erótico estrenado en Broadway en la década del 70 desembarcó sin penas ni glorias en la cartelera porteña. Los titulares de los diarios rezaban “lo que no se atrevió a mostrar la revista porteña”. Su nombre era Oh Calcutta y en forma divertida e irónica mostraba la desnudez tanto femenina como masculina. A casi 30 años de ese suceso y con muchas puestas artísticas donde el desnudo es materia prima fundamental en el desarrollo de la trama, las aguas en donde Reech prefiere navegar con su espectáculo son demasiado mansas y serenas para una producción teatral actual y madura.