Paula y los leones (Mar del Plata)

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Por Fabián D´Amico

Un nostálgico y entretenido homenaje a las comedias de Dario Vittori.

No solo en Capital Federal la oferta teatral es intensa sino que las grandes ciudades de nuestro país han desarrollado desde siempre una continua actividad teatral durante todo el año. Un caso particular es Mar del Plata. Desde principios de siglo XX compañías teatrales capitalinas han visitado el balneario en forma asidua pero nunca instalándose por largos periodos. Fue un actor y empresario teatral quien aposto, en la década del 60, por aquerenciarse en la ciudad feliz. Así comenzaron a transformarse los viejos cines en teatros, a construirse nuevas salas y poblarse año tras año la cartelera teatral de Mar del Plata compitiendo cabeza a cabeza con Capital.

Ese actor fue Darío Vittori, el fundador indiscutido no solo de la temporada veraniega marplatense sino el factótum para la apertura de otras plazas como Villa Carlos Paz y toda la costa atlántica. En la presente temporada, Emilio Comte, quien formara parte en varias ocasiones de la compañía de Vittori, le realiza un homenaje reponiendo una de las tantas comedias estrenadas por el “tano de oro”.

Paula y los Leones es una obra escrita por Aldo de Benedetti y estrenada el 22 de diciembre de 1964 en el Nuevo Teatro Astral (hoy Teatro Bristol). Con traducción de Marsus, escenografía de Jorge Bering y dirección de Nino Fortuna Olazábal, el elenco estaba conformado por María Aurelia Bisutti,Rodolfo Salerno,Darío Vittori. Debido al suceso de la pieza el 16 de marzo de 1965 se presenta en el Teatro Astral, de Bs. As, con el cambio de Osvaldo Cattone en lugar de Rodolfo Salerno.

Luego de casi cuarenta años, la pieza conserva su eficacia aunque lo que antes provocaba asombro o pudor en alguna señora desprevenida frente a la trama de la obra, hoy produce una sonrisa cómplice y mucha melancolía por tiempos pasados.

La historia se centra en el encuentro amoroso entre un diputado y una atractiva señorita, que queda trunco por la falta de palabras seductoras del hombre. Pero la pareja no estaba sola en el departamento, sino que un hambriento vecino dispuesto a todo por un poco de comida había entrado al lugar y por un hecho fortuito, encerrado en contra de su voluntad. El descubrimiento del intruso provoca en el diputado furia que se transforma en complicidad. El famélico intruso resultó ser un autor de teatro quien le propone al dueño de casa, luego de haber escuchado su papelón romántico, hacer un cambio particular de roles. Trueque que resulta beneficioso para ambos hasta que el deseo por la misma mujer arruina todos los planes.

Respetando la adaptación de Vittori a rajatabla, con algunos pocos giros modernos y varios arcaísmos (hace décadas que no se escuchaba la palabra comediógrafo), Comte plasma una puesta dinámica sobre un escenario de escasas dimensiones, con una escenografía funcional de Alejandra Villar que refleja con pocos recursos el living de un moderno departamento. Como actor conoce bien los resortes de la comedia, demuestra sus años de oficio y ofrece una actuación certera y con ciertos guiños y poses heredadas del estilo de Vittori en el juego de la comedia sin que esto signifique copia o maquieta alguna. Junto al Comte, Pablo Lena realiza un trabajo eficaz y sin fisuras. Bailarín de formación, Lena se mueve cómodo en la comedia, con tonos precisos e intencionados, convirtiéndose en un soporte fundamental para el protagónico con quien se reparten el peso de la comedia. EL punto débil de “Paula y los leones” es la actuación de Verónica Luciani quien brinda una actuación deslucida, con un tono monocorde y cercano a lo recitativo. Su inseguridad se ve reflejada en el continuo juego de sus manos con el vestuario (otro elemento cuestionable de la propuesta) que distrae la atención en lo que cuenta su rol.

“Paula y los leones” refleja lo que ciertos estudiosos del teatro consideran “teatro arcaico”, textos y maneras de hacer teatro en épocas pasadas pero que tantas satisfacciones y sonrisas arrancaron a generaciones de espectadores y que continúan cosechando en versiones como la actual. Un verdadero y valioso homenaje a los pioneros del teatro profesional en Mar del Plata que cumple con creces el objetivo de entretener.