Usted es el culpable

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Por Fabián D´Amico

Melodías de Diván une conflictos personales, pasiones y boleros en formato de teatro musical con excelentes actuaciones.

Un espacio dominado por palabras se potencia con la música que se oye de fondo. No son palabras y sonidos desconocidos. Versos, frases y estrofas de boleros se leen en el piso y las paredes del ámbito escenográfico mientas conocidas voces románticas invade la sala.

La música romántica, sus seguidoras, las máximas exponentes del género, un hombre en especial y la terapia como factor resolución de conflictos personales son la clave de Melodías de Diván, exitosas pieza de Gastón Marioni estrenada en La Plata y que ahora puede verse en el Teatro Picadilly con un elenco estelar.

Una cantante reconocida que no puede enfrentarse a sus temores, una veterana actriz que vive de recuerdos, un par de psicólogas que atienden a ambas y una periodista de espectáculos que guarda demasiados secretos conforman el quinteto protagónico de la pieza, aunque el protagonista fundamental omnipresente de la obra es un hombre que marcó la vida de estas mujeres y que en una sesión de terapia de grupo queda de manifiesto cual fue esa influencia masculina.

El autor plantea la historia en forma de rompecabezas, con pequeñas escenas que presentan personajes, conflictos y boleros que unen muchas de las situaciones, interpretados por Graciela Pal y Julia Zenko con el acompañamiento musical en vivo de Hernán Motorra y secundadas por el resto del elenco. Un desenlace, en aspectos previsible y con algunas aristas sin resolver, marca una lograda escena grupal donde el autor-director saca provecho de los recursos interpretativos de las cinco actrices-cantantes en roles poco habituales para sus registros habituales.

Lo valioso de la propuesta, más allá de lo musical, es el trabajo realizado por Marioni con las actrices. Una contenida y precisa marcación de Julia Zenko y Magali Sánchez Alleno, una excelente actriz como Graciela Pal en un papel que la muestra en su esplendor interpretativo, Roxana Randon en un comprometido rol que mezcla dramatismo y los únicos momentos de distensión y risa de la noche y en un papel pequeño aunque el más difícil, ríspido y árido de la pieza, como lo es la periodista, jugado a la perfección y profesionalismo por Ana Padilla.

El perfecto diseño del mínimo escenario con tres espacios bien delimitados, una acertada dirección musical y un lujoso vestuario son los rubros técnicos que sostienen a Melodías de Diván, una atractiva pieza dramática de teatro musical con logradas interpretaciones.