WOMAN con todas las letras

Por Paola Rompato

Entrevista a la versátil Natalia Cociuffo.

Se trata de un espectáculo musical que combina la energía del recital en vivo con el carácter de lo teatral, en el cual esta joven cantante-actriz-bailarina se sube al escenario y, micrófono en mano, recorre un extenso repertorio de canciones que son interpretadas tanto musical como actoralmente.
Luego del estreno, Natalia -de cara fresca y hablar radiante- recibe a Mundo Teatral en su casa y nos invita a descubrir el largo camino de su historia profesional que va desde las ilusiones adolescentes en su Córdoba natal hasta llegar a la satisfacción del sueño profesional cumplido.

MUNDO TEATRAL: Vos venís de la comedia musical y se puede decir que tu actual espectáculo -Woman in Jazz- es más bien un recital ¿Cómo es tu historia profesional hasta llegar a armar este espectáculo?
NATALIA COCIUFFO: Cuando vivía en Córdoba –porque soy cordobesa y vine a Buenos Aires hace más o menos nueve años- a mí me gustaba esto de cantar, actuar y bailar a la vez. Pero lo que hice primero fue cantar. Después –todavía en Córdoba- me topé con un grupo que se llamaba Pentagrama con el que empezamos a laburar más sobre comedias musicales, en una línea más relacionada con el estilo Pepito Cibrián. Yo tenía 17 años y para mí en esa época con Cibrián descubría todo ese mundo de relacionar tres disciplinas: canto, baile y actuación. Entonces vine a Buenos Aires con esa idea. Ya aquí empecé a conocer más el género, hasta que finalmente trabajé con Cibrián y me saqué como esas ganas de conocerlo, de ver cómo era ese mundo, de cantar y estar ahí saltando a la vez. Después pasé por otras frecuencias y actué con el grupo De la Guarda en donde la música era más rock y era una estar ahí con todo el cuerpo (lo dice con polenta, con garra) y saltar de verdad y todos colgados… guuuuaaaaahhhhh!!!! lío por todos lados y la banda –los músicos- fuerte y la voz ahí al palo y con los músicos en la escena y no ya distantes, en el foso… era ensayar CON los músicos y ver cómo afinaban sus instrumentos… guuuaauuu! y empezó a darme la cosa de “a mí me gusta cantar, me gusta la música en vivo”.

El cantito cordobés de Natalia apenas se asoma. Sin embargo aparece en la dosis suficiente como para aportarle dulzura al relato apasionado e intenso en el cual resume varios momentos de su vida profesional.

NATALIA COCIUFFO: Igualmente después seguí trabajando en comedia musical, pero después de hacer La Fiaca y Frankenstein, y después de haber pasado por un montón de espectáculos es que dije: me falta algo… Y lo que me faltaba era la cosa creativa.
Yo ya cantaba con los músicos que ahora me acompañan (Lisandro Etala, Damián Lois y Diego Gosiker). Y cuando me juntaba con ellos pensaba en que algo podíamos hacer juntos. Y allí apareció el jazz, porque las primeras veces que yo ensayaba ejercicios de teatro lo hacía con los temas de la película All that jazz y tenían una onda especial, tenían como esa onda blues, jazz… mucha expresividad! y la comedia musical en general, en un punto, tiene como una cercanía con el jazz. Así que me acerqué al estilo. Y, a su vez, había cantantes pop que me gustaban que yo veía que hacían, por ejemplo, temas de Gershwin, así que empecé a comprarme esos discos (George Michael, Björk, Sinead O’Connor…)
Después hice Desconcierto de Musicales y allí descubrí el humor; descubrí mi fasceta humorística. Y dije qué bueno que es hacer humor, me siento bien, es divertido… es decir: me empiezan a pasar cosas con el humor y sentí que podía jugar por ese lado.
Así que me dije: por qué no unir todas estas cosas que yo ya tengo y que me gustan -lo teatral, lo humorístico, lo musical- en un proyecto propio. Por qué no pasar estas canciones que canto con mi banda y que son tan expresivas a algo más teatral, aprovechando también esa fasceta humorística que descubrí que tengo. Y ahí llamé a Christian Alladio y le encantó la propuesta, así que ahí empezamos a darle un poco de forma a esta idea y surgió entonces Woman in Jazz. En diciembre del año pasado hicimos una primera y única presentación que sirvió para ver qué cosas mejorar y reformular y aquí estamos nuevamente.

Al hablar de Woman in Jazz su voz se hace aún más radiante y su rostro –fresco, ya lo dijimos- se vuelve más adolescente aún y trasluce la alegría del sueño cumplido. Sueño que llegó luego de un largo y trabajoso transitar.

M.T.: ¿Cómo se hizo la elección del repertorio?
N.C.: En realidad me pasa que voy escuchando material por todos lados y elijo de acuerdo a lo que me gusta. Pero también pasa que elijo un montón de canciones que cuando las montamos no se genera lo que yo pensaba, entonces se van sacando de a poco. Pero por lo general los elijo yo, propongo una determinada lista de canciones y después Lisandro (Etala) que es el director musical, termina de decirme si va o no, en función de la estructura musical.

M.T.: Y en cuanto a la actuación ¿sos vos la que propone?
N.C.: Todo el tiempo propongo, todo el tiempo se me ocurren cosas. Pero también lo tengo a Christian (Alladio) que está constantemente a la par mía y él observa y me dice si sí o si no. Pero en realidad funcionamos como un equipo creativo, es muy de a dos el trabajo. Además, en esto no podés estar sola haciendo todo, siempre necesitás el referente del afuera que te termine de organizar.

M.T.: ¿Ya podés decir en dónde te sentís más cómoda, si en este espectáculo, si en la comedia musical, si en los shows que hacés con tus músicos…?
N.C.: A mí me gustó mucho hacer Woman in Jazz. En realidad me EN-CAN-TÓ. Siento que a medida que pase el tiempo, cada vez va a ir tomando más forma y va a tener todo: momentos teatrales que hay que trabajar más, y momentos donde sea sólo la música.
Te repito: esto a mí me encantó, y siento que tengo que seguir buscando más por este lado. Es raro, porque soy yo ahí, expuesta. Pero en realidad fue como una necesidad de jugársela, de hacer un proyecto propio y si no lo hacía me iba a quedar con la duda de saber qué iba a suceder. Y bueno, aquí estamos. Además siento que esto habla de un crecimiento porque pude darme cuenta de un montón de cosas que están buenas que tengo que seguir haciendo, y también me dí cuenta que hay otras tantas cosas que tengo que trabajarlas.

M.T.: ¿Hay proyectos para después de Woman in Jazz?
N.C.: Me encantaría continuar con esto. Para mí esto es un principio… no hay nada acabado, es conocerme hacedora de algo y esto es mucho más gratificante para mí. Y en este proceso de mis descubrimientos personales y del armado de Woman in Jazz me fui topando con gente que me fue ayudando, amigos y no tan amigos, que hicieron su aporte y todo se fue dando como de una manera casi misteriosa… Entonces eso habla de que hay una buena leche que te estimula, porque hay gente que te apoya y entonces por qué no lo voy a hacer… Así que voy a continuar, porque se genera una confianza que te dice: hacer se puede hacer. No quedó en la fantasía, fue real. Y entonces esto tiene que seguir creciendo.